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Educación

El lujo necesita técnicos de FP

El aumento de grandes superficies incrementa también la demanda de graduados en Comercio

Los ciclos de Hostelería y Turismo tienen una elevada inserción laboral. M. HERNÁNDEZ

El lujo balear necesita técnicos de Formación Profesional: los hoteles y establecimientos de categoría buscan especialistas en imagen personal para sus spas y cocineros formados para sus restaurantes; sus aires acondicionados requieren personal con conocimientos para su mantenimiento; los jardines de los chalets necesitan profesionales especializados...

Empresas y particulares necesitan estos técnicos y así se los piden a la dirección general de FP de la conselleria de Educación, que ve como los ciclos de estas familias (Agraria; Hostelería y Turismo; Instalación y Mantenimiento; Imagen Personal; Comercio y marketing...) se queda con plazas libres mientras otros como los de la familia de Sanidad (Anatomía Patológica; Auxiliar de Curas de Enfermería...) dejan un millar de personas fuera cada año: el curso pasado se ofertaron 903 plazas y en junio hubo 1.967 solicitudes.

El boom sanitario

Pero no todo el mundo puede estudiar ciclos sanitarios, apunta Maria Alorda, la directora general de FP: no hay mercado laboral para todos, esa es la realidad. Sucede lo mismo con los títulos universitarios de las Ciencias de la Salud:Medicina, Enfermería y Fisioterapia son los estudios que más gente dejan fuera cada año.

Las expectativas laborales; las instalaciones disponibles para realizar las clases; y la garantía de que los estudiantes tendrán alguna empresa en la que podrán hacer las prácticas obligatorias son los tres elementos que Educación tiene en cuenta a la hora de aumentar o no las plazas de los ciclos, por muy demandados que estén.

Educación no especifica los datos de demanda por ciclos, sino por familias. Tras Sanidad, las otras familias que dejan más gente fuera son las Martítimopesquera (con 334 solicitudes para 151 plazas, según las cifras del curso que acaba de terminar); Actividades Físicas y Deportivas (648 solicitudes para 574 plazas); Seguridad y Medio Ambiente (76 solicitudes para 20 plazas); y Transporte y Mantenimiento de Vehículos (633 peticiones para 438 vacantes). Alorda argumenta que es muy difícil determinar cuánta gente queda excluida ya que cada centro gestiona sus listas de espera y además hay mucho movimiento en esos listados: personas que logran la plaza (se otorgan según nota) para un ciclo y al final renuncia porque ha encontrado trabajo; o se decantan por otro estudio; o acceden a la universidad... Aquellos que no logran entrar en ninguna de las cuatro opciones solicitadas, en septiembre es citado para Educación para que elija de "lo que queda".

¿Y qué queda? Muchas opciones, ya que la mayoría de familias quedan con plazas vacías. De hecho, el curso pasado se ofertaron 9.570 plazas de FP y las matrículas del primer curso se quedaron en 7.879: casi 1.700 plazas quedaron sin cubrir.

"Y las empresas nos los demandan", incide Alorda. El caso más llamativo es del de Hostelería y Comercio, que ofrecía 1.027 plazas y 257 quedaron vacías; en Comercio, fueron un centenar las vacantes y en Electricidad y Electrónica, dos centenares. En Administración y Gestión, la familia de más volumen, se ofrecieron 1.753 y 400 no se cubrieron.

"Nos piden de carpintería; expertos en renovables...", prosigue la directora general, que el próximo curso quiere intensificar la campaña de promoción de la FP en los ciclos que menos se demandan pese a tener después trabajo casi asegurado.

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