LA OTRA CARA DEL MUNDIAL

Al habla los inmigrantes de Qatar: "No es una vida perfecta, pero es mucho mejor que en Bangladesh"

Pese a carecer de los privilegios de los qataríes y vivir en un país represivo, los migrantes, el 80% de la población, dan por buena su vida aquí en comparación con la que tenían en sus lugares de origen

Trabajadores inmigrantes durante el Mundial.

Trabajadores inmigrantes durante el Mundial. / MARKO DJURICA / REUTERS

Sergio R. Viñas

Sergio R. Viñas

Va siendo hora de hacer una confesión, después de 28 días en Qatar, cuatro semanas enteras ya. Uno de mis principales objetivos en este tiempo era recoger testimonios de trabajadores inmigrantes que residen en el emirato para contar sus historias, en especial en lo relativo a la represión del régimen y a la acusada brecha social que hay en el país, mayor que en cualquiera occidental, entre la élite qatarí y los extranjeros llegados al país en busca de trabajo.

Me afané desde el primer día en esa tarea, desde el primer momento en que me bajé del avión y cogí un taxi rumbo a mi hotel en Doha. He preguntado a trabajadores de seguridad, conductores de Uber, dependientes de pequeños supermercados, personal de limpieza, gente que me he ido encontrando por las calles cuyo oficio desconocía... Y la realidad es que ninguno de ellos me ha dicho que viva mal en Qatar, que se arrepienta de haber venido o que esté deseando marcharse.

Sí, soy consciente de que afirmar algo así quiebra el discurso que hemos ido construyendo, desde esta ventana y desde otras, sobre lo que es Qatar. Y desde luego no borra las carencias democráticas, el pisoteo a los Derechos Humanos o el desprecio medioambiental que se ejerce en este país de manera sistemática, pero el deber del periodismo también es contarlo, sin ánimo alguno de contribuir al blanqueamiento de la dictadura.

Al principio estaba convencido de que estas personas no criticaban al régimen por miedo. Hoy, tantos días después, estoy seguro de que al menos la gran mayoría dice lo que de verdad piensa. De las muchas pequeñas entrevistas realizadas en ambientes distendidos se extrae una primera conclusión bastante general. Quizá Qatar no sea un paraíso para los inmigrantes (no lo es en absoluto), pero es un país mejor que aquellos de los que proceden sus inmigrantes. O así al menos lo cuentan ellos.

India, Bangladesh...

Se estima que alrededor del 50% de los residentes en el emirato son personas nacidas en India, Nepal y Bangladesh. De este último país procede Arif, el taxista que me llevó este lunes al centro de entrenamiento de la selección francesa. "Me gustaría irme a Europa", me dijo.

P. ¿Vives mal aquí?

R. No, me gusta mi vida aquí. Qatar no es perfecto, pero es mucho mejor que Bangladesh. Allí hay demasiada gente y poco trabajo. Para conseguir uno decente tienes que sobornar a las empresas que lo ofrecen. Aquí, en cambio, hay muchísimo trabajo para todo el mundo y hay un gobierno estable, sabes que las cosas no van a cambiar en unas pocas semanas o meses. Eso te da tranquilidad. Si quiero ir a Europa es solo porque ya llevo 10 años aquí y me gustaría conocer otras partes del mundo. Solo eso.

Otro inmigrante, empleado de seguridad en este caso, me confesó que le gustaba más vivir en Arabia Saudí y eso me llamó la atención. "Es un país mucho peor, pero ahí tengo más amigos. Es solo eso, en Qatar se vive mucho mejor que allí. También en India tengo muchos más amigos y no quiero volver, porque allí no tengo trabajo y aquí sí", contestó.

Existe la tentación, algo soberbia, paternalista y hasta clasista, de pensar que todas estas personas no son plenamente conscientes de la realidad del país, que están desinformadas realmente de lo que aquí ocurre. Nadie dice saber nada de los centenares o miles de inmigrantes muertos en las obras de construcción de infraestructuras para este Mundial. No se lo terminan de creer y, si lo hacen, lo relativizan diciendo que no es tan raro, que "ha habido muchísimas obras en los últimos años" y que la construcción es un trabajo de riesgo.

¿Y después?

En esa línea, viene rondando por mi cabeza en los últimos días el futuro inmediato de miles de trabajadores cuando el Mundial se acabe. Hay aquí una barbaridad de personas en trabajos principalmente de seguridad del torneo y hostelería que no serán necesarios cuando esta misma semana llegue a su fin, con un nuevo campeón del mundo.

"La mayoría de esas personas tenían trabajos en la construcción. Casi todas las obras se han parado durante el Mundial para poder llevar gente a esos trabajos. Cuando acabe, saben que volverán a su trabajo anterior, porque sigue habiendo mucha construcción", me explicaba ya hace un par de semanas un empleado de seguridad del estadio Khalifa que volvía a su casa en el metro. Ninguno cobra demasiado, pero también es cierto que la vida aquí, fuera de lujos y vicios occidentales, es bastante más asequible de lo que cabría pensar.

¿Y las mujeres? Más de lo mismo, con la diferencia añadida de que las mujeres inmigrantes son mucho más libres en su día a día que las qataríes, sometidas a un régimen de tutelaje por parte de sus maridos o, en su defecto, de un miembro varón de su familia. Ellas, las inmigrantes, ejercen principalmente trabajos de limpieza y hostelería y se mueven y viven con aparente libertad. ¿Y las personas LGTBI? Honestamente, nadie dice conocer a ninguna. Lo cual, por sí solo, es muy significativo de la opresión en la que viven en Qatar.

Discriminación

Todo esto no obstaculiza algo que, en todo caso, es una mera sensación: en este país habrá una revolución dentro de unos años, a saber si muchos o pocos, si no cambian ciertas cosas. Nacer en Qatar no es condición suficiente para ostentar la nacionalidad, limitada de origen a los hijos de qataríes. Y tener la nacionalidad reporta una serie de prebendas económicas gubernamentales con las que los inmigrantes no pueden ni siquiera soñar.

¿Cuánto soportará el 80% de los residentes de Qatar, un porcentaje que no deja de crecer, los privilegios del otro 20%? Por el momento, lo hacen. Viven bastante mejor que en sus países de origen y eso les vale. ¿Europa les trataría mejor que Qatar? Sinceramente, no lo tengo del todo claro.