La guardería estaba situada entre varios restaurantes por lo que el fuego pudo comenzar en uno de ellos y propagarse fácilmente. Según algunos testigos, los bomberos se emplearon a fondo en apagar las llamas, pero las labores de rescate se retardaron. Los nervios, las prisas y el pánico, pudieron jugar en contra, ya que les avisaron tarde a los bomberos. Dentro había personas. 13 de ellos eran niños. También perdieron la vida 6 adultos.