"El Pequeño Nicolás se negó a colarse en la recepción que los Reyes otorgaron en La Almudaina a la sociedad mallorquina y a otros 450 invitados. Según el Pequeño Nicolás, el acto estaba muy por debajo de su categoría de infiltrado de lujo. Sin embargo, la gran sorpresa fue la ausencia en el acto de Balti Picornell, pues Felipe VI había pedido al presidente del Parlament que presidiera el besamanos junto a los Reyes".