El Día de la Madre llega este año sin visitas de los hijos y con las floristerías, uno de los recursos principales para el regalo, con la persiana bajada. Los pedidos por internet o por teléfono han sido un soplo de aire para el sector, muy castigado por la crisis. “Nosotros hemos vendido más que el año pasado. Muchas personas que compraban otros regalos o no los hacían, han pedido ahora flores para darle una alegría a su madre en estas circunstancias. Ha sido una locura”, explica Marga Vidal, que junto a su hermana Cati regentan las floristerías Ca Ses Nines/Deblanc, en Pòrtol (Marratxí). También en Es Brot, en Santa Maria, se afanaban ayer en preparar pedidos, lamentando que no les llegaran flores suficientes para atender todos los encargos.
Coronavirus en Mallorca: Flores para madres confinadas
Guillem Bosch
El Día de la Madre llega este año sin visitas de los hijos y con las floristerías, uno de los recursos principales para el regalo, con la persiana bajada. Los pedidos por internet o por teléfono han sido un soplo de aire para el sector, muy castigado por la crisis. “Nosotros hemos vendido más que el año pasado. Muchas personas que compraban otros regalos o no los hacían, han pedido ahora flores para darle una alegría a su madre en estas circunstancias. Ha sido una locura”, explica Marga Vidal, que junto a su hermana Cati regentan las floristerías Ca Ses Nines/Deblanc, en Pòrtol (Marratxí). También en Es Brot, en Santa Maria, se afanaban ayer en preparar pedidos, lamentando que no les llegaran flores suficientes para atender todos los encargos.
Coronavirus en Mallorca: Flores para madres confinadas
Guillem Bosch
El Día de la Madre llega este año sin visitas de los hijos y con las floristerías, uno de los recursos principales para el regalo, con la persiana bajada. Los pedidos por internet o por teléfono han sido un soplo de aire para el sector, muy castigado por la crisis. “Nosotros hemos vendido más que el año pasado. Muchas personas que compraban otros regalos o no los hacían, han pedido ahora flores para darle una alegría a su madre en estas circunstancias. Ha sido una locura”, explica Marga Vidal, que junto a su hermana Cati regentan las floristerías Ca Ses Nines/Deblanc, en Pòrtol (Marratxí). También en Es Brot, en Santa Maria, se afanaban ayer en preparar pedidos, lamentando que no les llegaran flores suficientes para atender todos los encargos.
Coronavirus en Mallorca: Flores para madres confinadas
Guillem Bosch
El Día de la Madre llega este año sin visitas de los hijos y con las floristerías, uno de los recursos principales para el regalo, con la persiana bajada. Los pedidos por internet o por teléfono han sido un soplo de aire para el sector, muy castigado por la crisis. “Nosotros hemos vendido más que el año pasado. Muchas personas que compraban otros regalos o no los hacían, han pedido ahora flores para darle una alegría a su madre en estas circunstancias. Ha sido una locura”, explica Marga Vidal, que junto a su hermana Cati regentan las floristerías Ca Ses Nines/Deblanc, en Pòrtol (Marratxí). También en Es Brot, en Santa Maria, se afanaban ayer en preparar pedidos, lamentando que no les llegaran flores suficientes para atender todos los encargos.
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Guillem Bosch
El Día de la Madre llega este año sin visitas de los hijos y con las floristerías, uno de los recursos principales para el regalo, con la persiana bajada. Los pedidos por internet o por teléfono han sido un soplo de aire para el sector, muy castigado por la crisis. “Nosotros hemos vendido más que el año pasado. Muchas personas que compraban otros regalos o no los hacían, han pedido ahora flores para darle una alegría a su madre en estas circunstancias. Ha sido una locura”, explica Marga Vidal, que junto a su hermana Cati regentan las floristerías Ca Ses Nines/Deblanc, en Pòrtol (Marratxí). También en Es Brot, en Santa Maria, se afanaban ayer en preparar pedidos, lamentando que no les llegaran flores suficientes para atender todos los encargos.
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Guillem Bosch
El Día de la Madre llega este año sin visitas de los hijos y con las floristerías, uno de los recursos principales para el regalo, con la persiana bajada. Los pedidos por internet o por teléfono han sido un soplo de aire para el sector, muy castigado por la crisis. “Nosotros hemos vendido más que el año pasado. Muchas personas que compraban otros regalos o no los hacían, han pedido ahora flores para darle una alegría a su madre en estas circunstancias. Ha sido una locura”, explica Marga Vidal, que junto a su hermana Cati regentan las floristerías Ca Ses Nines/Deblanc, en Pòrtol (Marratxí). También en Es Brot, en Santa Maria, se afanaban ayer en preparar pedidos, lamentando que no les llegaran flores suficientes para atender todos los encargos.
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Guillem Bosch
El Día de la Madre llega este año sin visitas de los hijos y con las floristerías, uno de los recursos principales para el regalo, con la persiana bajada. Los pedidos por internet o por teléfono han sido un soplo de aire para el sector, muy castigado por la crisis. “Nosotros hemos vendido más que el año pasado. Muchas personas que compraban otros regalos o no los hacían, han pedido ahora flores para darle una alegría a su madre en estas circunstancias. Ha sido una locura”, explica Marga Vidal, que junto a su hermana Cati regentan las floristerías Ca Ses Nines/Deblanc, en Pòrtol (Marratxí). También en Es Brot, en Santa Maria, se afanaban ayer en preparar pedidos, lamentando que no les llegaran flores suficientes para atender todos los encargos.
El Día de la Madre llega este año sin visitas de los hijos y con las floristerías, uno de los recursos principales para el regalo, con la persiana bajada. Los pedidos por internet o por teléfono han sido un soplo de aire para el sector, muy castigado por la crisis. “Nosotros hemos vendido más que el año pasado. Muchas personas que compraban otros regalos o no los hacían, han pedido ahora flores para darle una alegría a su madre en estas circunstancias. Ha sido una locura”, explica Marga Vidal, que junto a su hermana Cati regentan las floristerías Ca Ses Nines/Deblanc, en Pòrtol (Marratxí). También en Es Brot, en Santa Maria, se afanaban ayer en preparar pedidos, lamentando que no les llegaran flores suficientes para atender todos los encargos.