Decenas de pasajeros van de pie en el tren. Se agarran como pueden a las barras y los asientos para no caer. No quedan asientos libres, pero la entrada de viajeros no cesa. Se colocan donde pueden. Los pasillos empiezan a llenarse y el tren aún debe pararse en varias estaciones más. Esta estampa se repite “día tras día” en los vagones de los Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM), sobre todo en las horas punta (las frecuencias anteriores a las ocho de la mañana, a las 15.17 y a las 18.17). “La situación es insostenible. El tren va siempre lleno”, denuncia Neus Fiol, usuaria habitual del tren.
Usuarios del tren reclaman a SFM solucionar las aglomeraciones
B. Ramon
Decenas de pasajeros van de pie en el tren. Se agarran como pueden a las barras y los asientos para no caer. No quedan asientos libres, pero la entrada de viajeros no cesa. Se colocan donde pueden. Los pasillos empiezan a llenarse y el tren aún debe pararse en varias estaciones más. Esta estampa se repite “día tras día” en los vagones de los Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM), sobre todo en las horas punta (las frecuencias anteriores a las ocho de la mañana, a las 15.17 y a las 18.17). “La situación es insostenible. El tren va siempre lleno”, denuncia Neus Fiol, usuaria habitual del tren.
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B. Ramon
Decenas de pasajeros van de pie en el tren. Se agarran como pueden a las barras y los asientos para no caer. No quedan asientos libres, pero la entrada de viajeros no cesa. Se colocan donde pueden. Los pasillos empiezan a llenarse y el tren aún debe pararse en varias estaciones más. Esta estampa se repite “día tras día” en los vagones de los Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM), sobre todo en las horas punta (las frecuencias anteriores a las ocho de la mañana, a las 15.17 y a las 18.17). “La situación es insostenible. El tren va siempre lleno”, denuncia Neus Fiol, usuaria habitual del tren.
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B. Ramon
Decenas de pasajeros van de pie en el tren. Se agarran como pueden a las barras y los asientos para no caer. No quedan asientos libres, pero la entrada de viajeros no cesa. Se colocan donde pueden. Los pasillos empiezan a llenarse y el tren aún debe pararse en varias estaciones más. Esta estampa se repite “día tras día” en los vagones de los Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM), sobre todo en las horas punta (las frecuencias anteriores a las ocho de la mañana, a las 15.17 y a las 18.17). “La situación es insostenible. El tren va siempre lleno”, denuncia Neus Fiol, usuaria habitual del tren.
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B. Ramon
Decenas de pasajeros van de pie en el tren. Se agarran como pueden a las barras y los asientos para no caer. No quedan asientos libres, pero la entrada de viajeros no cesa. Se colocan donde pueden. Los pasillos empiezan a llenarse y el tren aún debe pararse en varias estaciones más. Esta estampa se repite “día tras día” en los vagones de los Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM), sobre todo en las horas punta (las frecuencias anteriores a las ocho de la mañana, a las 15.17 y a las 18.17). “La situación es insostenible. El tren va siempre lleno”, denuncia Neus Fiol, usuaria habitual del tren.
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B. Ramon
Decenas de pasajeros van de pie en el tren. Se agarran como pueden a las barras y los asientos para no caer. No quedan asientos libres, pero la entrada de viajeros no cesa. Se colocan donde pueden. Los pasillos empiezan a llenarse y el tren aún debe pararse en varias estaciones más. Esta estampa se repite “día tras día” en los vagones de los Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM), sobre todo en las horas punta (las frecuencias anteriores a las ocho de la mañana, a las 15.17 y a las 18.17). “La situación es insostenible. El tren va siempre lleno”, denuncia Neus Fiol, usuaria habitual del tren.
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B. Ramon
Decenas de pasajeros van de pie en el tren. Se agarran como pueden a las barras y los asientos para no caer. No quedan asientos libres, pero la entrada de viajeros no cesa. Se colocan donde pueden. Los pasillos empiezan a llenarse y el tren aún debe pararse en varias estaciones más. Esta estampa se repite “día tras día” en los vagones de los Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM), sobre todo en las horas punta (las frecuencias anteriores a las ocho de la mañana, a las 15.17 y a las 18.17). “La situación es insostenible. El tren va siempre lleno”, denuncia Neus Fiol, usuaria habitual del tren.
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B. Ramon
Decenas de pasajeros van de pie en el tren. Se agarran como pueden a las barras y los asientos para no caer. No quedan asientos libres, pero la entrada de viajeros no cesa. Se colocan donde pueden. Los pasillos empiezan a llenarse y el tren aún debe pararse en varias estaciones más. Esta estampa se repite “día tras día” en los vagones de los Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM), sobre todo en las horas punta (las frecuencias anteriores a las ocho de la mañana, a las 15.17 y a las 18.17). “La situación es insostenible. El tren va siempre lleno”, denuncia Neus Fiol, usuaria habitual del tren.
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Decenas de pasajeros van de pie en el tren. Se agarran como pueden a las barras y los asientos para no caer. No quedan asientos libres, pero la entrada de viajeros no cesa. Se colocan donde pueden. Los pasillos empiezan a llenarse y el tren aún debe pararse en varias estaciones más. Esta estampa se repite “día tras día” en los vagones de los Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM), sobre todo en las horas punta (las frecuencias anteriores a las ocho de la mañana, a las 15.17 y a las 18.17). “La situación es insostenible. El tren va siempre lleno”, denuncia Neus Fiol, usuaria habitual del tren.
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Decenas de pasajeros van de pie en el tren. Se agarran como pueden a las barras y los asientos para no caer. No quedan asientos libres, pero la entrada de viajeros no cesa. Se colocan donde pueden. Los pasillos empiezan a llenarse y el tren aún debe pararse en varias estaciones más. Esta estampa se repite “día tras día” en los vagones de los Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM), sobre todo en las horas punta (las frecuencias anteriores a las ocho de la mañana, a las 15.17 y a las 18.17). “La situación es insostenible. El tren va siempre lleno”, denuncia Neus Fiol, usuaria habitual del tren.
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Decenas de pasajeros van de pie en el tren. Se agarran como pueden a las barras y los asientos para no caer. No quedan asientos libres, pero la entrada de viajeros no cesa. Se colocan donde pueden. Los pasillos empiezan a llenarse y el tren aún debe pararse en varias estaciones más. Esta estampa se repite “día tras día” en los vagones de los Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM), sobre todo en las horas punta (las frecuencias anteriores a las ocho de la mañana, a las 15.17 y a las 18.17). “La situación es insostenible. El tren va siempre lleno”, denuncia Neus Fiol, usuaria habitual del tren.
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B. Ramon
Decenas de pasajeros van de pie en el tren. Se agarran como pueden a las barras y los asientos para no caer. No quedan asientos libres, pero la entrada de viajeros no cesa. Se colocan donde pueden. Los pasillos empiezan a llenarse y el tren aún debe pararse en varias estaciones más. Esta estampa se repite “día tras día” en los vagones de los Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM), sobre todo en las horas punta (las frecuencias anteriores a las ocho de la mañana, a las 15.17 y a las 18.17). “La situación es insostenible. El tren va siempre lleno”, denuncia Neus Fiol, usuaria habitual del tren.
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B. Ramon
Decenas de pasajeros van de pie en el tren. Se agarran como pueden a las barras y los asientos para no caer. No quedan asientos libres, pero la entrada de viajeros no cesa. Se colocan donde pueden. Los pasillos empiezan a llenarse y el tren aún debe pararse en varias estaciones más. Esta estampa se repite “día tras día” en los vagones de los Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM), sobre todo en las horas punta (las frecuencias anteriores a las ocho de la mañana, a las 15.17 y a las 18.17). “La situación es insostenible. El tren va siempre lleno”, denuncia Neus Fiol, usuaria habitual del tren.
Decenas de pasajeros van de pie en el tren. Se agarran como pueden a las barras y los asientos para no caer. No quedan asientos libres, pero la entrada de viajeros no cesa. Se colocan donde pueden. Los pasillos empiezan a llenarse y el tren aún debe pararse en varias estaciones más. Esta estampa se repite “día tras día” en los vagones de los Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM), sobre todo en las horas punta (las frecuencias anteriores a las ocho de la mañana, a las 15.17 y a las 18.17). “La situación es insostenible. El tren va siempre lleno”, denuncia Neus Fiol, usuaria habitual del tren.