En el parque de la Estación Marítima vivía desde hace 4 o 5 años Pepe, un ‘sin techo’ con el que trabó amistad el joven Antón Corpas mientras sacaba a pasear a su perro. El pasado 25 de febrero lo halló en tal mal estado que, tras frenéticas gestiones, consiguió ingresarle en Son Espases donde a día de hoy aún continúa a la espera de una plaza en un centro social
Pepe, el ‘sin techo’ que ha removido corazones y movilizado a sus vecinos
A. Corpas
En el parque de la Estación Marítima vivía desde hace 4 o 5 años Pepe, un ‘sin techo’ con el que trabó amistad el joven Antón Corpas mientras sacaba a pasear a su perro. El pasado 25 de febrero lo halló en tal mal estado que, tras frenéticas gestiones, consiguió ingresarle en Son Espases donde a día de hoy aún continúa a la espera de una plaza en un centro social
Pepe, el ‘sin techo’ que ha removido corazones y movilizado a sus vecinos
A. Corpas
En el parque de la Estación Marítima vivía desde hace 4 o 5 años Pepe, un ‘sin techo’ con el que trabó amistad el joven Antón Corpas mientras sacaba a pasear a su perro. El pasado 25 de febrero lo halló en tal mal estado que, tras frenéticas gestiones, consiguió ingresarle en Son Espases donde a día de hoy aún continúa a la espera de una plaza en un centro social
Pepe, el ‘sin techo’ que ha removido corazones y movilizado a sus vecinos
A. Corpas
En el parque de la Estación Marítima vivía desde hace 4 o 5 años Pepe, un ‘sin techo’ con el que trabó amistad el joven Antón Corpas mientras sacaba a pasear a su perro. El pasado 25 de febrero lo halló en tal mal estado que, tras frenéticas gestiones, consiguió ingresarle en Son Espases donde a día de hoy aún continúa a la espera de una plaza en un centro social
Pepe, el ‘sin techo’ que ha removido corazones y movilizado a sus vecinos
A. Corpas
En el parque de la Estación Marítima vivía desde hace 4 o 5 años Pepe, un ‘sin techo’ con el que trabó amistad el joven Antón Corpas mientras sacaba a pasear a su perro. El pasado 25 de febrero lo halló en tal mal estado que, tras frenéticas gestiones, consiguió ingresarle en Son Espases donde a día de hoy aún continúa a la espera de una plaza en un centro social
Pepe, el ‘sin techo’ que ha removido corazones y movilizado a sus vecinos
A. Corpas
En el parque de la Estación Marítima vivía desde hace 4 o 5 años Pepe, un ‘sin techo’ con el que trabó amistad el joven Antón Corpas mientras sacaba a pasear a su perro. El pasado 25 de febrero lo halló en tal mal estado que, tras frenéticas gestiones, consiguió ingresarle en Son Espases donde a día de hoy aún continúa a la espera de una plaza en un centro social
Pepe, el ‘sin techo’ que ha removido corazones y movilizado a sus vecinos
A. Corpas
En el parque de la Estación Marítima vivía desde hace 4 o 5 años Pepe, un ‘sin techo’ con el que trabó amistad el joven Antón Corpas mientras sacaba a pasear a su perro. El pasado 25 de febrero lo halló en tal mal estado que, tras frenéticas gestiones, consiguió ingresarle en Son Espases donde a día de hoy aún continúa a la espera de una plaza en un centro social
Pepe, el ‘sin techo’ que ha removido corazones y movilizado a sus vecinos
A. Corpas
En el parque de la Estación Marítima vivía desde hace 4 o 5 años Pepe, un ‘sin techo’ con el que trabó amistad el joven Antón Corpas mientras sacaba a pasear a su perro. El pasado 25 de febrero lo halló en tal mal estado que, tras frenéticas gestiones, consiguió ingresarle en Son Espases donde a día de hoy aún continúa a la espera de una plaza en un centro social
Pepe, el ‘sin techo’ que ha removido corazones y movilizado a sus vecinos
A. Corpas
En el parque de la Estación Marítima vivía desde hace 4 o 5 años Pepe, un ‘sin techo’ con el que trabó amistad el joven Antón Corpas mientras sacaba a pasear a su perro. El pasado 25 de febrero lo halló en tal mal estado que, tras frenéticas gestiones, consiguió ingresarle en Son Espases donde a día de hoy aún continúa a la espera de una plaza en un centro social
En el parque de la Estación Marítima vivía desde hace 4 o 5 años Pepe, un ‘sin techo’ con el que trabó amistad el joven Antón Corpas mientras sacaba a pasear a su perro. El pasado 25 de febrero lo halló en tal mal estado que, tras frenéticas gestiones, consiguió ingresarle en Son Espases donde a día de hoy aún continúa a la espera de una plaza en un centro social