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Un reconocimiento médico más duro para sacarse o renovar el carnet de conducir: estos son todos los cambios

La DGT exige este examen que solo se puede realizar en centros autorizados para evaluar si existe algún riesgo en la salud del conductor

Así será el nuevo reconocimiento médico para sacarse o renovar el carnet de conducir

Así será el nuevo reconocimiento médico para sacarse o renovar el carnet de conducir / Shutterstock

Si vas a renovar el carnet de conducir o quieres sacártelo, debes tener en cuenta algunos cambios que se produjeron en el Protocolo de Exploración Médico-Psicológica para Centros de Reconocimiento de Conductores en 2022.

Este reconocimiento médico, que se exige por la Dirección General de Tráfico (DGT) para obtener o renovar el carnet de conducir y tan solo se puede realizar en centros autorizados, es un examen que llevan a cabo médicos, psicólogos y oftalmólogos.

Los profesionales mencionados, siguiendo un protocolo, evalúan si existe algún riesgo en la salud del conductor. Si este padece una alteración o enfermedad que sea incapacitante, no podrá sacarse el carnet, aunque en la mayoría de los casos las dolencias pueden solucionarse tomando medidas preventivas.

Según se indica en la Revista Tráfico, Seguridad y Seguridad Vial, este reglamento sirve para "unificar y armonizar los criterios seguidos en la evolución de los conductores" con la intención de "dar un nuevo enfoque centrado en facilitar la labor de cribado, ofrecer criterios y puntos de corte para simplificar la toma de decisiones sobre la aptitud y potenciar la intervención preventiva del Centro de Reconocimiento de Conductores trabajando el consejo preventivo".

Así es el nuevo reconocimiento médico

En la actualización del protocolo del reconocimiento médico, que sustituye a la versión de 2007, se han tenido en cuenta las recomendaciones de especialistas y expertos de la Unión Europea, además de los protocolos de otros países punteros.

Consiste en la creación de un historial médico con la información aportada por el paciente, la observación del mismo (aspecto físico, aseo, forma de caminar, uso de ayudas…), la percepción de riesgo, la recogida de datos personales y una exploración básica de visión, audición, cardiovascular, psicológica...

El protocolo ofrece modelos para realizar la historia clínica, fórmulas para calcular índices, puntos de corte para criterios como en el caso de la agudeza visual y uso de códigos de restricción en función de la discapacidad, según detalla la DGT. En este sentido, la vista es uno de los aspectos que más se endurecen.

El protocolo también hace especial hincapié en las adaptaciones que deba tener el vehículo cuando el conductor tiene algún tipo de discapacidad, como son prótesis o elementos de ayuda para incrementar la seguridad del conductor a pesar de sus limitaciones o deficiencias temporales o permanentes. Incluso también se pueden llevar a cabo limitaciones en la conducción, como prohibir circular de noche o no permitir alejarse a una serie de kilómetros del domicilio.

La nueva normativa también tiene en cuenta los avances tecnológicos que añaden los automóviles de última generación, concretamente el sistema ADA, que hace que los criterios de riesgo vial cambien con respecto al protocolo anterior.