Con el objetivo de reducir los accidentes mortales en la carretera y reforzar la seguridad vial, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha lanzado una actualización de la normativa "adaptándose a los nuevos tiempos".

Con ella han llegado nuevas multas y penalizaciones más duras por el uso de dispositivos móviles o modificando la tasa de alcohol permitida para los patinetes eléctricos.

En esta línea, se prevé que para el mes de julio se instaure la obligación de llevar dos dispositivos: una caja negra para almacenar la información previa y posterior a un accidente vial y un alcoholímetro antiarranque.

Este último impedirá que el vehículo se ponga en marcha si detecta que la concentración de alcohol en aire espirado es superior al límite legal. La finalidad, al igual que con la caja negra, es reducir el número de accidentes en la carretera.

Esta medida será obligatoria para todos los que formen parte de la categoría M2 y M3 que dispongan de interfaz normalizada para la instalación de estos dispositivos.

Los M2 son los que están destinados al transporte de personas que tengan más de ocho plazas, además de la del conductor y cuya masa máxima autorizada (MMA) sea igual o inferior a cinco toneladas. La diferencia en los M3 es que la MMA supere las cinco toneladas. Por ello, los conductores de autobuses, por ejemplo, tendrán realizar el test para poder arrancar el vehículo.

La nueva normativa de la DGT

La Dirección General de Tráfico (DGT) hizo pública la nueva normativa que entró en vigor el pasado 21 de marzo. Desde la página web, informan que adaptan "a los tiempos la Ley de Tráfico y Seguridad Vial, una nueva reforma que mejorará la eficacia del sistema y la convivencia entre todos".

En ella, añaden penalizaciones a los conductores de turismos con respecto al uso del móvil, modifican los adelantamientos y refuerzan el uso del cinturón de seguridad, entre otros. Además de normas para proteger a los ciclistas y la educción de la tasa de alcohol permitida en 0,0 para patinetes eléctricos y bicicletas.