Enric Asunción, cofundador y consejero delegado de Wallbox, atiende a etric para comentar el estado de su compañía, que se ha convertido en uno de los actores más importantes de la movilidad eléctrica en apenas un lustro, de cargadores, del sector de la carga de vehículos y de movilidad en general.

¿Qué papel juega Wallbox en la nueva sostenibilidad?

Nuestra empresa está enfocada a sistemas de recarga y gestión energética. Wallbox no solo carga coches sino que ve al coche eléctrico como una oportunidad clave hacia la transición energética. El coche forma parte de esa transición. Nosotros arrancamos con la recarga de coches pero  nos estamos extendiendo hacia la transición energética renovable. Piensen que el 97% de los cargadores en el mundo está aún por instalar.

¿La clave es crear un ecosistema energético a partir del coche?.

Es crucial en ese desarrollo. Debemos conseguir el objetivo de cero emisiones en 2050 y para ello tenemos el problema que las energías renovables no podemos elegir cuándo se producen, cada vez más son más distribuidas (con mayor presencia de energía solar en las casas), pero consumimos de noche y vamos desfasados con el sol. El coche eléctrico dispone de una batería que puede alimentar una casa hasta cuatro días. Una powerwall de almacenamiento que se instalan domésticamente son 10 kWh, un coche representa entre 60 y 100 kWh (de seis a diez veces una batería de casa). Es una oportunidad tan grande que cuando haya muchos más coches, millones, prácticamente podremos solucionar buena parte de esa demanda energética. Obviamente deberemos seguir teniendo renovables, pero la parte de almacenamiento que es uno de los grandes problemas de la energía renovable se soluciona con el coche, y en casa acabará siendo en centro de la energía doméstica.

¿Cómo será?

En casa el cargador de utiliza para recargar el vehículo. Gestiona esa energía. EL coche supone el 50% del consumo eléctrico de tu casa. Con un modelo como el Qasar, el cargador es bidireccional y permite almacenar y gestionar la energía de la batería. Pero en la próxima generación que lanzaremos, pensando especialmente en el mercado de Estados Unidos, podrás gestionar también las placas solares. En ese caso no se precisará de un inversor energético solar. Con un producto tendremos la producción solar, el almacenamiento y el cargador. Será el centro de energía doméstico. Además, en caso de quedarse sin luz, alimenta toda la vivienda. Esa será la clave de esa transición, y sucederá antes de lo que nos imaginamos.

La fiabilidad de los cargadores públicos suele ser un problema...

Cierto. La fiabilidad de los puntos de recarga deber ser buena. Primero encontrarlos y luego que funcionen. Wallbox ha trabajado en este sentido con el modelo Supernova. Cargadores públicos de menos de 50-60 kW no tiene sentido. En ciudades hay que estar entre 60 y 120 kW y en autopistas 350 kW. Se trata de un cargador con varios módulos de potencia. Normalmente los cargadores llevan uno o dos, que son muy grandes y complejos. Nosotros hemos partido del modulo del Qasar y poner varios en un mismo cargador. Eso optimiza costes y fiabilidad. Si uno falla el cargador sigue funcionando y se puede cambiar el módulo, solo es una tarjeta, cualquiera lo puede cambiar porque no se toca ni un cable ni nada.

¿Qué nos puede decir de su propuesta de gestión, Sirius?

Es un software de gestión energética. Se puede tener en casa o en un edificio. Ves lo que te aporta cada tipo de energía, consumo, placas solares, etc… Cargas de noche y sacas de día, en función de energía solar. Con energía solar entre 120 y 200 euros al mes de ahorro en una casa. El 70% de nuestros clientes están usando los sistmas de gestión energética y eso es clave para lograr el  ahorro.

¿Cómo trabajan el tema de la recarga pública?

El 80% de la carga se produce en casa y en el trabajo. Ese es nuestro enfoque. Con la carga pública lo que hicimos fue comprar Electromaps que es una app de recarga pública, para localizar puntos. Estamos invirtiendo más en ello para mejorar productos y hacerla más global, con presencia en más países que el sur de Europa. Eso es clave, tener una plataforma de interoperatividad en la que no tengas que preocuparte de dónde cargas.

¿La frontera de coche eléctrico es la autonomía?

Yo no tengo ningún coche que no sea eléctrico, y aquí en Wallbox todo el mundo que se compra un coche apoyado por la empresa, es eléctrico. Y no existe ese problema. Con los nuevos modelos de 300 kilómetros no se plantea ese tema. El problema es el coste de la batería. Pero la barrera se superará. Las economías de escala de los fabricantes de coches harán que bajen sus costes y los precios.