Expertos del sector automovilístico han apostado por la "recualificación profesional" y las prejubilaciones para afrontar el futuro del automóvil apostando por una transformación "socialmente responsable".

Así lo han señalado en el encuentro virtual 'El reto del sector de automoción. Cómo gestionar una transformación responsable con las personas y los territorios' promovido por la consultora Mercer y la agencia de recolocación LHH, en el que han estado presentes, entre otros, el secretario sectorial de Industria Automovilística de UGT FICA, Jordi Carmona, y el responsable de Automoción de Comisiones Obreras (CC.OO.) de Industria, Joaquín Ferreira.

En este sentido, han recordado que la automoción está sufriendo en la actualidad un "profundo" proceso de transformación debido, fundamentalmente, a la necesidad de una movilidad sostenible y a un cambio tecnológico.

"A ello se suman los riesgos geopolíticos derivados del aumento de políticas proteccionistas y la reducción de la demanda en los mercados tradicionales", han lamentado.

Por ello, el director general de LHH, Marcos Huergo, ha destacado la necesidad de apostar las medidas preventivas, para así "minimizar y atenuar" el impacto social de la transformación de la industria.

Huergo ha puesto de ejemplo el modelo francés, basado en anticipar las necesidades de contratación o desvinculación y desarrollar los conocimientos necesarios para adaptarse a los cambios del mercado. En el caso de que las salidas sean inevitables, recomienda implementar un plan de recolocación externa.

"Es absolutamente necesario un plan adecuado de recolocación y un programa de recualificación profesional que minimice el impacto social", ha subrayado Huergo.

Por su parte, la responsable del área de Gestión de Plantillas de Mercer, Ana Salguero, ha indicado que hay colectivos que presentan mayores dificultades de reinserción laboral, como son los empleados cercanos a la edad de jubilación.

En este ámbito, desde Mercer han propuesto aprovechar la fórmula de los planes de prejubilación como la solución "más eficaz y menos agresiva" para llevar a cabo los necesarios reajustes de fuerza laboral. Según un estudio de la compañía, el 51% de las empresas utiliza este mecanismo para despidos colectivos y un 35% lo hace para despidos individuales.

"Estamos en un momento de grandes cambios a gran velocidad y eso requiere de organizaciones flexibles que permitan adaptarnos a las nuevas situaciones con un nivel óptimo de eficiencia porque la competitividad es clave", ha indicado Salguero.