El año pasado el 23 por ciento de los fallecidos en vías interurbanas que viajaban en turismo o furgoneta no llevaba puesto el cinturón de seguridad, un elemento obligatorio en España con algunas excepciones a las que habría que darles una vuelta, según los expertos.

Porque, ¿Debería estar exento un profesor de autoescuela?. ¿Dar marcha atrás o estacionar necesita tanta movilidad como para tener que desabrocharse el cinturón?. ¿Y el repartidor de mercancías?.

Son tres de las siete excepciones que la legislación española tiene previstas. ¿Están hoy en día justificadas?. La pregunta está sobre la mesa de debate de los expertos en seguridad vial y, seguramente, la conclusión será que alguna de ellas tendrá que revisarse e, incluso, eliminarse.

De momento, Tráfico ha hecho un estudio comparativo, al que ha tenido acceso Efe, entre las normativas de los distintos países europeos para contrastar las diferentes exenciones al uso obligatorio del cinturón.

España, por debajo de la media

España, según los resultados de este análisis, está por debajo de la media europea, que es de 8 excepciones, y muy por debajo de las 13 de Polonia o las 10 de Alemania.

Francia tiene reguladas 6; Reino Unido, 7, e Italia, 9. Mientras, en el extremo opuesto se encuentran Suecia, con 3, y Países Bajos, con 2, si bien en este último caso puede decirse que no tiene ninguna porque ese par de exenciones se refieren a personas con discapacidad y autobuses autorizados a llevar pasajeros de pie.

Mientras, Chipre y Letonia son los únicos estados de la Unión Europea que no han establecido exenciones de uso de cinturón, en tanto que Croacia solo exime su utilización en caso de motivos médicos.

Además de las tres excepciones mencionadas, la normativa española no obliga a abrocharse el cinturón a las personas que aporten un certificado medico por razones de salud graves o discapacitadas.

Ya solo en vías urbanas, están exentos los taxistas, los conductores de ambulancia y los pasajeros que viajen de pie en un autobús autorizado para ello o en el caso de que este vehículo no esté dotado con ese elemento de seguridad.

Es mejor "abrocharse" a la vida

El balance de siniestralidad vial de 2018 arroja cifras que llaman la atención, porque a pesar de las sucesivas campañas de control y de concienciación, todavía hay muchos usuarios que circulan por autovías, autopistas, carreteras convencionales y vías urbanas sin el cinturón abrochado.

Así, el año pasado 165 víctimas mortales no hacía uso de ese elemento, es decir, el 23 por ciento de los 727 fallecidos en vías interurbanas ocupantes de turismos y furgonetas. Además, en las vías urbanas 20 de los 76 muertos en accidentes con estos dos tipos de vehículos no lo llevaban puesto.

Tampoco se lo abrocharon 229 personas (el 10 por ciento del total) que tuvieron que ser hospitalizadas tras el siniestro sufrido en vías interurbanas, ni 106 lesionados en accidentes en las urbanas (el 19 por ciento).

Fue en 1974 cuando se reguló por primera vez en España la obligatoriedad del cinturón, pero el Código de Circulación de ese momento la contempló solo para carretera y únicamente para el conductor y el pasajero delantero.

La norma sufrió distintas modificaciones hasta su redacción actual.

Cinturón para todos (o casi todos)

En el estudio comparativo con los otros países de la UE se concluye que las exenciones más generalizadas son las que permiten que no lo utilicen conductores o pasajeros con certificado médico y las que eximen a bomberos, ambulancias, policías y fuerzas armadas.

No existe una regulación homogénea, en cualquier caso. Algunos expertos consultados por Efe creen que no estaría de más una normativa europea común en esta materia.

Tráfico observa que la exención para la marcha atrás o el estacionamiento está más extendida de lo que se podría prever. Once países la tienen regulada.

Siete países -España, Bulgaria, Eslovaquia, Irlanda, Italia, Malta y Polonia- eximen del uso a los profesores de autoescuela. Sin embargo, en los países líderes en seguridad vial -Reino Unido, Suecia, Países Bajos y Alemania- es obligatorio para este colectivo.

También constata el estudio algunas exenciones muy particulares y llamativas. Así, en Grecia están exentos los vehículos de servicio de restauración; en Italia, los de recogida de basuras; en Liechtenstein, los que no circulen a más de 25 km/h; en Noruega, la excepción se extiende a aparcamientos y zonas privadas; y en Estonia a situaciones de firme helado.

El debate se ha abierto en España y, casi con toda probabilidad, tres excepciones se situarán en el punto de mira: profesores de autoescuela, maniobras de marcha atrás o de estacionamiento, y repartidores de mercancías.