Aunque parezca algo revolucionario, el neumático con tecnología RunOnFlat, que permite seguir circulando en caso de pinchazo, tiene más de 120 años de historia, si bien su uso empezó a extenderse hace 30 años cuando Goodyear lo lanzó comercialmente. La tecnología RunOnFlat requiere la presencia de un TPMS, un sensor que permite saber si un neumático ha sufrido una disminución de la presión. En este caso, sólo habría que reducir la velocidad, sin necesidad de cambiar la rueda. Está formados por un soporte interior o carcasa más resistente que puede apoyarse en la banda de rodadura cuando el neumático está falto de presión; unos flancos reforzados que limitan la deformación y mantienen la llanta alejada del firme durante la pérdida de presión y unos materiales de refuerzo resistentes a las altas temperaturas que generará la fricción de las gomas además de un anillo de sujeción que hará que el neumático no se desprenda de la llanta en caso de perder presión. Hay que tener en cuenta que las llantas de los neumáticos RunOnFlat presentan un diseño especial que impide que estos se separen de las mismas incluso al tomar curvas cerradas.

El primer modelo en equipar esta tecnología como opción fue el Chevrolet Corvette ya que su reducido espacio no permitía la colocación de una rueda de repuesto y los kits antipinchazos no estaban en el mercado como hoy en día. La limusina del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, también va equipada con neumáticos Goodyear para reforzar su seguridad. El sistema antipinchazos RunOnFlat asegura que el coche podrá seguir rodando sin presión de aire en cualquiera de las cuatro ruedas para no poner en riesgo su integridad.