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El Govern ordena a la empresa Panini que deje de repartir cromos en los colegios de Mallorca

Desde la Administración balear se recomienda denunciar ante Consumo y avisar a la Policía Local cuando se detecte esta práctica en las puertas de un centro

La denuncia parte de los padres de una alumna del colegio Santa Catalina.

Redacción Digital

Fernando Guijarro

Fernando Guijarro

Palma

El Govern balear ha remitido a la empresa Panini un requerimiento para que deje de repartir cromos y álbumes en las puertas de los colegios de las islas, después de que esta práctica haya sido denunciada por unos padres del colegio Santa Catalina de Palma. Desde el Ejecutivo autonómico se recuerda que la ley balear de Consumo otorga a los niños la consideración de población «vulnerable» que merece una protección especial y considera «ilícitas» las prácticas comerciales «agresivas» que sometan al acoso al consumidor con el ánimo de comercializar un producto o servicio con cualquier medio.

El conflicto surge cuando los padres de una niña de cinco años que estudia en el CEIP Santa Catalina de Palma detectaron como una comercial de Panini se dedicaba a repartir cromos entre los alumnos en la puerta del centro. Al rechazar este comportamiento, lo pusieron en conocimiento de la dirección del colegio, de la Oficina Balear de la Infancia y la Adolescencia y de la Dirección General de Consumo. Ante estos hechos, este último organismo del Govern ha remitido el requerimiento a la citada empresa. Además, desde la Oficina de la Infancia se comunicó a los padres de que también iba a informar de lo sucedido al Ayuntamiento palmesano.

Precedentes

Se da la circunstancia de que Panini ya recibió otro requerimiento hace algo más de dos años, tras denunciarse un incidente similar en las puertas del colegio Verge de Lluc, también de Palma.

La protesta de los progenitores de la citada alumna del Santa Catalina se ha visto respaldada por la federación de asociaciones de padres (FAPA) de Mallorca. Su portavoz, Miguel Angel Guerrero, ha calificado de «inaceptable» la citada práctica de promoción comercial.

Según el representante de FAPA-Mallorca, los colegios no deben de ser utilizados como puntos de «gancho» para realizar campañas promocionales entre menores, pero va más allá y considera que el veto debe extenderse a todo el entorno de los centros educativos.

«Fomentamos que los niños vayan andando al colegio para favorecer una movilidad sostenible y lo que queremos es que se trate de rutas seguras para ellos», según pone de relieve.

Por ello reclama que prácticas como la citada promoción comercial sea vetada incluso en las proximidades de los centros educativos.

Los niños están especialmente protegidos por ser una población "vulnerable".

Los niños están especialmente protegidos por ser una población "vulnerable". / B. Arzayus

Potenciar las denuncias

En este contexto, desde Consumo se señala que todavía no se ha recurrido a la vía de la apertura del expediente contra Panini porque las denuncias de estos hechos son muy esporádicas (dos en dos años) lo que hace que no se perciba reincidencia.

Por ello, se recomienda a los padres que comuniquen este tipo de situaciones a Consumo, además de avisar a la Policía Local en el momento en que son detectadas. De esta forma resultará más fácil reforzar las actuaciones en contra unas prácticas comerciales que están prohibidas por la legislación autonómica, al insistir en que los menores están considerados como «vulnerables».

Son varios los aspectos que se cuestionan de una actividad promocional consistente en regalar álbumes y sobres de cromos en la puerta de los colegios.

En primer término, se lleva a cabo sin la supervisión de algún adulto, dirigiéndose directamente a los menores de edad y exponiéndoles a una publicidad que se considera agresiva.

En segundo lugar, se subraya que no se tiene en cuenta la capacidad económica de las familias de los niños y de las dificultades que algunas pueden tener a la hora de financiar la posterior adquisición de estos cromos ante la petición de los menores.

Además, se señala que se pueden generar conflictos entre los alumnos a la hora de hacerse con estos productos, trasladando luego estos problemas al interior del centro y deteriorando la convivencia entre los niños.

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