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El Govern reconoce que el absentismo laboral de Núria Riera prescribe por falta de control

La consellera de Trabajo insiste en que la participación en tertulias “no forma parte del núcleo esencial de su función representativa” y, por tanto, “no tenía derecho a disfrutar de un permiso por deberes inexcusables de carácter público”

Catalina Cabrer, ayer en el Parlament.

Catalina Cabrer, ayer en el Parlament. / Parlament

Guillem Porcel

Guillem Porcel

Palma

“El absentismo nos preocupa en el ambito privado y publico”. La consellera de Trabajo, Catalina Cabrer, reconoció ayer en el Parlament que las faltas de la funcionaria y portavoz del PP en el Consell de Mallorca, Núria Riera, han prescrito por falta de control del propio Govern. Durante su intervención, la titular de Trabajo admitió además que Riera gozó de autorizaciones que la ley no permite, pero reivindicó que ha sido ella misma quien ha impulsado el cambio interno para que no se vuelva a producir un caso como este.

Cabrer ensalzó en la comparecencia al funcionario “objetivo y aséptico” encargado de elaborar el expediente que se saldó con una simple amonestación leve por la prescripción de la gran mayoría de las ausencias. En este documento, el instructor enfatiza que la participación en tertulias “no forma parte del núcleo esencial de su función representativa” y, por tanto, “no tenía derecho a disfrutar de un permiso por deberes inexcusables de carácter público”.

"Hubo dos casos en que se pidió el permiso y, presuntamente, no asistió: 29 de septiembre de 2023 y 21 de noviembre de 2023, que han prescrito. Luego, tres asistencias a la radio sin permiso", explica Cabrer. El informe sancionador constata que Riera se ausentó en nueve ocasiones de su puesto, aunque en seis de ellas contó con supuestas autorizaciones administrativas pese a no estar permitido por ley.

“El instructor del expediente considera procedente incoar un expediente disciplinario leve, circunscrito únicamente al hecho descrito de asistir presencialmente en horario laboral a las instalaciones de IB3 Ràdio el 30 de enero de 2025”, explica Cabrer. Sin embargo, reconoce que otras dos ausencias —29 de febrero y del 26 de septiembre de 2024— no pueden sancionarse porque “los hechos han prescrito”.

Para ponerlo en contexto, el Govern detectó hasta nueve asistencias a debates en la radiotelevisión pública, pero existen otras fechas en que acudía a medios privados que no han sido incluídas en el recuento del Ejecutivo autonómico. En este sentido, si se hubiera acreditado la reiteración de las ausencias o la acumulación de horas, la conducta podría haber encajado en el artículo 138 de la Ley 3/2007 de Funció Pública como falta grave, con sanciones mucho más severas: desde varios meses de suspensión hasta la pérdida de grado personal.

Una prescripción que deja sin sanción

El reconocimiento de la consellera confirma que el Govern pierde la oportunidad de sancionar a Riera por dejadez administrativa. La prescripción de las faltas no se debe a falta de pruebas, sino al retraso en la tramitación y la falta de seguimiento por parte de la dirección de Función Pública.

No se pueden exigir responsabilidades disciplinarias por la prescripción de los hechos”, afirma Cabrer en referencia al expediente. La consellera justifica la situación alegando que hasta ahora existía la práctica de “no poner trabas al derecho constitucional de los representantes públicos a ausentarse de su trabajo”.

Esa “costumbre” consistía en aceptar justificantes genéricos —como una simple convocatoria de reunión o un acto político— sin verificar ni horarios ni asistencia real. Solo tras el escándalo, la conselleria decide cambiar el manual interno de permisos y establece un sistema más estricto de control. “Ahora lo hemos cambiado en el manual, lo he cambiado yo”, explica Cabrer, reconociendo que el caso Riera obliga a revisar las prácticas que se daban por normales.

Permisos sin base legal

Cabrer afirma con claridad que las autorizaciones que se concedían a Riera no eran válidas conforme a la normativa vigente, si bien admite que estos permisos se daban porque “desde siempre se establecía que bastaba con justificar la convocatoria en el lugar, sin verificar la hora de entrada ni la de salida”.

La consellera reconoce que ese procedimiento no se ajusta a lo que marca la ley, ya que las ausencias de funcionarios para asistir a actos políticos o mediáticos deben contar con una autorización expresa, documentada y limitada en el tiempo. “Considero que solo la convocatoria no era suficiente, por eso lo hemos cambiado”, añade Cabrer.

Més per Mallorca

Més per Mallorca acusa al Govern de haber cerrado en falso el expediente sancionador a la funcionaria Núria Riera. El diputado Ferran Rosa afirma que el caso es doblemente grave. Por un lado, “el absentismo reiterado de la funcionaria en su puesto de trabajo”, y por otro, “la tolerancia por parte de quien debería velar por el cumplimiento de la norma”.

Rosa hace referencia a los incumplimientos ya prescritos y a las autorizaciones recibidas sin ajustarse a los propósitos previstos por ley. El diputado recuerda que Riera cobra prácticamente dos sueldos públicos por hacer dos trabajos, pero que en realidad “hace política en su horario de funcionaria”.

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