Las familias rechazan la ley de conciliación por «conservadora» y «propagandística»

FAPA Mallorca critica la «falta de diálogo» del Govern balear y la ausencia de «medidas reales» que aborden la corresponsabilidad y las necesidades de las niñas y niños de entre 0 y 3 años

El Govern celebró entre aplausos la aprobación de la nueva norma el pasado martes, 17 de junio.

El Govern celebró entre aplausos la aprobación de la nueva norma el pasado martes, 17 de junio. / CAIB

Nair Cuéllar

Nair Cuéllar

Palma

Las familias de Mallorca alzan la voz contra la recién aprobada ley de conciliación del Govern de Marga Prohens. Consideran que esta norma, que carece de memoria presupuestaria, es «conservadora» y «propagandística», y denuncian que, a pesar de las promesas de colegios abiertos en vacaciones y horarios flexibles, es una ley gestada sin su participación, que no aborda los problemas reales y que, lejos de facilitar la vida familiar, la complica con medidas insuficientes y un preocupante retraso en servicios esenciales como las escuelas de verano.

La Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (FAPA) Mallorca ha manifestado su rotundo rechazo a la norma aprobada el martes por el Ejecutivo balear con el apoyo de Vox. A pesar de que la ley contempla medidas como la apertura de colegios en vacaciones y la flexibilización de horarios laborales, las familias la tildan de «insuficiente y propagandística», ya que, explican, «va a unos mínimos recogidos en muchos planes de empresa» y el Govern lo primero que hace es «venderla como que las islas son una comunidad pionera en todo el territorio español al tener una ley propia de conciliación».

Cati Cebrián, vicepresidenta de FAPA Mallorca, ha expresado a este diario la profunda insatisfacción de las familias. «No estamos satisfechas con la ley que acaba de ver la luz, ni en su origen, ni durante el proceso, ni en su final», afirma Cebrián. Critica la ausencia «total» de interlocución con las madres y los padres durante la fase previa y la tramitación, a pesar de ser «los principales destinatarios de la misma».

Según Cebrián, la ley final es «mucho más conservadora» que el borrador original y no ha recogido propuestas fundamentales. Uno de los puntos clave que echan en falta las familias es la corresponsabilidad, un concepto que consideran básico en una ley de conciliación y que no se ve reflejado en el texto. «Una norma que en su punto de partida tiene trescientas y pico enmiendas de los distintos grupos políticos y algunos particulares, ya es muy significativo», añade la vicepresidenta, haciendo hincapié en el amplio rechazo inicial.

Cebrián explica que la FAPA, junto a otras entidades del sector educativo 0-3, trabajó activamente «enmienda por enmienda», proponiendo soluciones para todas las etapas educativas. Entre sus propuestas se incluían medidas específicas para los periodos vacacionales de los niños y niñas de hasta tres años y soluciones para los comedores escolares en institutos, al considerar que «muchos adolescentes de doce años o más carecen de espacios para comer al mediodía» durante ese periodo. También -apunta- abogaban por una mención especial a las familias monoparentales y monomarentales.

En este sentido, Cebrián lamenta que la ley se limite a «unos mínimos que están recogidos ya en muchos planes de empresa», y que hable de teletrabajo cuando ya existen regulaciones al respecto. «Esta ley no atiende a la mayoría de familias, atiende a un determinado tipo de núcleo que además muy probablemente es el que menos ayuda necesita y menos dificultades tiene para conciliar», sentencia.

Una de las medidas estrella de la nueva ley es la apertura de centros escolares fuera del horario lectivo y en periodos no laborables, incluyendo vacaciones. Sin embargo, esta propuesta no convence a las familias. «Nosotros defendemos el derecho a los niños y las niñas a pasar tiempo en familia, a tener esos espacios de ocio en familia», explica Cebrián, quien se muestra contundente al asegurar que las madres y los padres «no necesitamos un espacio donde aparcar niños, necesitamos medidas que flexibilicen la jornada laboral para que puedan atender a sus criaturas».

Escuelas estivales

A pesar de ello, otro aspecto que preocupa a la FAPA es el retraso en la convocatoria de las escuelas estivales. Cebrián destaca que «cada año hay menos plazas» y que la oferta «no se ajusta al aumento de la población infantil». Además, denuncia la falta de calidad y de atención a familias con alumnado con necesidades especiales. «Las familias ya se han organizado cuando la convocatoria ha salido. Llega tarde, mal y sin ser efectiva», critica.

El Govern balear, por su parte, defiende la nueva ley de conciliación como una «norma pionera en todo el Estado» y un «paso firme hacia una sociedad más justa, más moderna e igualitaria». El conseller de Empresa, Empleo y Energía, Alejandro Sáenz de San Pedro, aseguró el pasado martes que es «una herramienta real y eficaz para el bienestar familiar, para el desarrollo personal y para la mejora de la productividad laboral». Sin embargo, los partidos de la oposición han votado en contra de la normativa, denunciando la falta de consenso y la negociación exclusiva con Vox. Marta Carrió, diputada de Més per Mallorca, calificó la ley de «papel mojado» y reclamó al Govern «medidas efectivas y servicios públicos de conciliación y corresponsabilidad», criticando que el Ejecutivo haya dejado sin gastar cuatro millones de euros en servicios de conciliación y que las ayudas para las escuelas de verano hayan llegado tarde por segundo año consecutivo.

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