Controladores aéreos sobre la maniobra del vuelo Oviedo-Palma: "Operaciones como esta se dan cada día para garantizar la seguridad"

La tensa experiencia vivida el pasado domingo por los pasajeros de un vuelo Oviedo-Palma de Vueling, que se vio obligado a abortar su aterrizaje a escasos metros de la pista en el aeropuerto de Son Sant Joan por la presencia de otro avión, ha generado gran revuelo. Sin embargo, desde la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), se ha lanzado un mensaje de tranquilidad, ya que, según han explicado a este diario, se trató de una "maniobra estándar de seguridad" que ocurre con frecuencia en la aviación.

El vuelo VY3865, con unas 250 personas a bordo, incluyendo miembros del Coro de Son Dameto y estudiantes mallorquines, se encontraba en la fase final de aproximación al aeropuerto de Palma cuando los pasajeros sintieron un brusco frenazo y el avión remontó el vuelo de inmediato. El comandante informó posteriormente que había abortado el aterrizaje debido a que otro avión ocupaba la pista.

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Maniobra frustrada habitual y segura

Desde USCA han querido ser claros al explicar la naturaleza de lo sucedido. "Son maniobras que se dan con frecuencia y para las cuales hay un protocolo que efectúan compañías y aeropuerto, es normal que pasen por múltiples motivos, incluso meteorológicos", han declarado a este diario.

Para la Unión Sindical de Controladores Aéreos, es crucial entender que este tipo de eventos, conocidos como "maniobras frustradas" forman parte de la rutina operativa. "Aunque un pasajero que no ha experimentado esto se asuste, es importante que sepan que esto forma parte de la rutina de volar, máxime en un aeropuerto con este tráfico", han subrayado para disipar la alarma.

Los controladores aéreos han hecho hincapié en que esta acción es "todo lo contrario" a una situación de peligro, es, ha puesto énfasis, una "maniobra de seguridad". Han explicado, así, que la razón en este caso fue la presencia de otro tráfico en la pista, y que en ocasiones hay aviones que tardan más de lo estipulado en abandonarla. "Fue simplemente eso, que el avión anterior seguía trabajando", han insistido.

La decisión de abortar un aterrizaje, según USCA, puede ser tomada tanto por el piloto como por el controlador aéreo. "Cuando un avión apura, se va al aire, porque lo decide el piloto o porque el de control lo quiere así", han detallado. Incluso, han destacado, estas maniobras pueden darse "hasta tocando pista", siendo un procedimiento estándar y frecuente.

Si bien el piloto del vuelo VY3865 expresó su enfado a los pasajeros, USCA recalca que este tipo de situaciones son cotidianas y no implican un riesgo inminente. Además, todas las maniobras frustradas son objeto de evaluación posterior para determinar si hubo algún factor contribuyente que deba ser mejorado por parte de las aerolíneas, pero "solo para eso, para tratar de mejorar el trabajo", han apuntado. La prioridad, siempre, es la seguridad aérea y minimizar los retrasos, reintegrando el tráfico lo antes posible en la secuencia de llegadas, han concluido.

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