Premi Diario de Mallorca | Sostenibilitat
Debora Morrison, directora de la Fundación Palma Aquarium: "Poder decir que el mar balear tiene casi 300 alitanes más, es un gran logro"
Capitanea la entidad que ha ganado el Premi Diario de Mallorca gracias al proyecto ‘Petits Taurons- Acció Stellaris’, con el que se ha logrado aumentar la población de esta especie en peligro en el Mediterráneo para garantizar su pervivencia

Debora Morrison posa en Palma Aquarium con una raya a sus espaldas. / Bernardo Arzayus

¿Qué significa para usted y para la fundación recibir un Premi Diario de Mallorca?
Para nosotros es una motivación, un chute, porque cuando trabajas día tras día con estos animales, tanto en el mar como en la tierra, el hecho de que te den un premio es una respuesta muy positiva a la labor que estás haciendo. Es un lujo. Además, creo que nadie es profeta en su tierra, y Diario de Mallorca ha roto eso al conceder un premio a un proyecto local.
¿En qué consiste el proyecto Petits Taurons-Acció Stellaris?
Es un proyecto de conservación, porque las poblaciones de alitán están en peligro aquí en Baleares, y lo que queremos es echar una mano para reforzarlas. El proyecto consiste en obtener animales de bycatch [captura accidental] de los pescadores. Cuando ellos pescan accidentalmente esta especie en sus redes, nos llaman por teléfono, vamos a recoger al animal, que a veces viene tocado por las redes o anzuelos, lo curamos y luego lo integramos en un programa de reproducción para obtener huevos. Estos se incuban en los tres centros con los que estamos trabajando: en la Fundación Palma Aquarium, el laboratorio de investigación IRFAP-LIMIA y el acuario de la Colònia de Sant Jordi, que es el Centro de Interpretación de Cabrera. Cuando las crías nacen, las cuidamos hasta que tienen más o menos unos 35 centímetros, y se liberan a su medio.
¿Cómo y cuándo se puso en marcha esta iniciativa?
Esta iniciativa viene del año 2020. Salió de una conversación con la Dirección General de Pesca. Empezamos la Fundación Palma Aquarium, Petites Illes de la Mediterrània y la Dirección General de Pesca, y se sumaron Mallorca Preservation, Save the Med, Shark Med, también el Parque Nacional de Cabrera y Marilles. Hicimos una alianza, se firmó, y entonces empezamos a trabajar con esta especie. Realmente es un proyecto piloto, porque si este proyecto funciona bien, existe la posibilidad de extrapolarlo a otras especies vulnerables.
¿Cuáles son los resultados obtenidos hasta el momento?
Los resultados son muy positivos. Hemos logrado la reproducción en los tres centros y estamos investigando mucho, incluyendo la genética y la adaptación de los animales al liberarlos, con ayuda del IMEDEA [Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados] para seguirlos en el mar. La colaboración con tantas entidades es clave. Por otro lado, el hecho de poder decir que ya tenemos casi 300 animales [295] más en el mar balear, es un gran logro. Llevamos cinco años con buenos resultados, aunque la falta de financiación es el gran reto.
Si el proyecto funciona, se podría extrapolar a otras especies vulnerables
¿Se han encontrado con dificultades para llevar a cabo la captura, cuidado y liberación de estos ejemplares?
No, no hemos tenido dificultades importantes, porque al no ser una especie protegida, hay menos burocracia, lo que facilita mucho el trabajo. Lo que pasa es que somos ocho entidades, así que hay que consensuar con todo el mundo, pero eso también es fácil. Lo más complicado es coordinar las agendas de todos para las reuniones técnicas. El equipo, desde veterinarios a científicos, es excelente, y para las liberaciones contamos con la ayuda de entidades privadas como Mar Balear, que siempre se prestan. Y, por supuesto, los pescadores son imprescindibles; su colaboración es increíble.
¿Dónde suelen actuar?
La captura de los animales suele ser en Cala Rajada y Formentera. Y la liberación, la hemos hecho en sa Dragonera, en El Toro, en Cabrera, en la bahía de Palma, en la zona del Cap Blanc...
Una vez son liberados, ¿su trabajo acaba ahí?
Para nada. Los sensores se tienen que sacar del agua cada dos meses, de ello se encarga el IMEDEA. Además, las hojas de identificación y los muestreos se hacen cada mes en nuestros centros. Hay que alimentarles en un ambiente cautivo, pero también fuera, y si lo captura algún pescador, nos ponemos en contacto con él. Los registros se tienen que actualizar cada vez que hay un movimiento, una eclosión, una liberación o un nacimiento. El trabajo nunca se termina.
Son muchas las entidades implicadas en el proyecto, ¿en qué consiste su colaboración?
Aquí todo es importante, no solo yo por ser la cara visible. Cada una de las ocho entidades que firman la Alianza son cruciales. Baleària, por ejemplo, nos da los billetes gratis para ir a cualquier sitio si los pescadores capturan accidentalmente. Este proyecto no sería posible sin ninguno de los actores implicados, todos somos igual de importantes.
El protagonista de este proyecto es el alitán, pero ¿se plantean esta actuación con alguna otra especie en peligro?
Llevamos cinco años con esta especie y ha ido muy bien, por eso estamos pensando si lo extrapolamos a otras especies, pero todavía no hemos decidido nada.

Debora Morrison junto al acuario de los alitanes. / Bernardo Arzayus
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