Fundación Marilles propone ampliar la protección de zonas marinas para conservar corales y gorgonias en Baleares

La Fundación Marilles ha entregado al Govern un conjunto de propuestas de conservación de ecosistemas marinos vulnerables entre las que destaca la extensión de las zonas de protección estricta como herramienta fundamental para frenar el deterioro de estos hábitats.

Los documentos recogen una serie de propuestas de gestión dirigidas a la conservación de hábitats y especies marinas de Baleares, centradas en las bahías someras, los tiburones, rayas, y las comunidades de corales y gorgonias.

Estos han sido entregados a la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural y a la Conselleria de la de Mar y del Ciclo del Agua y son fruto del consenso alcanzado entre expertos durante las primeras Jornadas de Biodiversidad Marina Balear, celebradas en noviembre de 2024.

Las propuestas recogen líneas de acción concretas y una hoja de ruta temporal que combina medidas inmediatas, como la mejora de la recopilación de datos, con otras a medio y largo plazo, como la implementación de proyectos de restauración ecológica.

Presión humana

En relación con las bahías de aguas poco profundas, la fundación ha señalado su relevancia ecológica y su fragilidad frente a la presión humana. Entre las acciones sugeridas han destacado la evaluación del estado de conservación de 50 zonas someras identificadas en las islas, el seguimiento de especies clave como la posidonia y la zostera, así como la reducción de impactos derivados del tráfico marítimo o de sistemas de saneamiento.

Por lo que respecta a los tiburones y rayas, cuya vulnerabilidad es especialmente alta en el Mediterráneo, se han planteado medidas como la recogida sistemática de datos, la elaboración de diagnósticos poblacionales y el establecimiento de herramientas para reducir el impacto de la pesca.

En cuanto a los ecosistemas formados por corales y gorgonias, se ha advertido de que una cuarta parte de estas comunidades se encuentra amenazada. Como respuesta, se han propuesto estrategias como la restauración activa, el refuerzo de la protección estricta de determinadas áreas y el seguimiento de especies indicadoras.