Juzgan a una mujer por agredir a una doctora en Palma: “No le di ningún empujón en ningún momento”

“Yo no estaba para pegar golpes, tenía una pena muy grande por mi madre, no la amenacé”, ha destacado esta mañana la acusada, que se enfrenta a dos años de cárcel

La médica ha recordado el altercado en el PAC: “Ella entró en la consulta de manera brusca, me empujó, me apartó”

La acusada del altercado con la doctora, hoy durante el juicio celebrado en Palma.

La acusada del altercado con la doctora, hoy durante el juicio celebrado en Palma. / B. P.

Palma

“Yo no le di ningún empujón a la doctora en ningún momento. Ella no se movió de la puerta. Yo entré en la consulta con mi madre. Yo me senté en una silla y mi madre en otra silla”. Una mujer de mediana edad ha sido juzgada esta mañana en Palma por presuntamente agredir a una facultativa en el PAC del barrio de Nou Llevant el pasado mes de junio.

La acusada, que se enfrenta a una petición de pena del fiscal de dos años de prisión por un delito de atentado a la autoridad y una multa por un delito leve de malos tratos, ha negado tajantemente los cargos.

“Yo no estaba para pegar golpes, tenía una pena muy grande por mi madre, hace seis meses que se nos ha ido, ella estaba muy mal, muy enferma; yo no la amenacé”, ha insistido la mujer entre sollozos.

Los hechos ocurrieron el pasado 20 de junio de 2024, sobre las diez de la mañana, en el PAC Emili Darder, en Palma. “Llegamos cinco minutos antes de la cita. Mi pareja tocó la puerta de la consulta. Íbamos porque mi madre tenía mucho dolor. La doctora pegó un grito y dijo ‘ahora mismo no se puede tocar en la puerta, que se espere, no le toca’. Nos asustamos”, ha asegurado la sospechosa.

Minutos después, la médica llamó a su madre por su nombre. “Ella abrió la puerta y entonces entramos mi madre y yo. Ella se quedó de pie en la misma puerta. No hubo contacto físico. Yo no perdí los nervios en ningún momento”, ha destacado la encausada.

“Se lo juro que no hubo nada. Es que parece que una gitana no puede decir la verdad”, se ha quejado la mujer. “Me tiré un día y medio de calabozo, me perdí el fin de curso de mi hija”, se ha lamentado, mientras ha roto a llorar en mitad del juicio. La Policía Nacional la detuvo esa mañana en el centro de salud por el altercado. “La doctora me dijo que si la había agredido y le dije, perdón, si vengo aquí con mi madre”, se ha defendido.

Por su parte, la facultativa perjudicada ha recordado el incidente de ese día en su consulta. “Ella entró de manera brusca, me empujó, me apartó”, ha subrayado la doctora.

“La señora llegó antes de tiempo a la cita, acompañaba a su madre. Se pusieron a gritar en la sala de espera, donde había gente. Querían ser atendidas antes. Al final, se la llamó a la hora que tocaba”, ha señalado la médica.

‘Tendría que haberte roto las piernas’

“Entró de forma brusca, me apartó, tiró los papeles. Le dije que no me podía hablar de esta manera y que saliera de la consulta. Ella no se calmaba. Le dije que no me podía empujar y, cuando yo salía para llamar a la guardia de seguridad, escuché como ella me dijo ‘lo que tendría que hacer es haberte roto las piernas’. Fue un empujón que me dio con el cuerpo cuando ella entró. No sé cuál era su intención al empujarme, eso tendrán que preguntárselo a ella”, ha respondido la facultativa al fiscal.

“Yo conocía a la madre, era una señora muy buena, nunca había tenido problemas con ella”, ha admitido la perjudicada.

El policía nacional que arrestó a la sospechosa ha manifestado que la encontró en la entrada del PAC con unos familiares. “Ella me dijo que había discutido con el personal”, ha rememorado el agente.

El fiscal ha elevado a definitivas sus conclusiones y ha mantenido su petición de condena. Mientras, el abogado defensor Tomeu Salas, ha pedido la libre absolución de la acusada al indicar que se trató de un incidente casual, con una falta de respeto por ambas partes, y que el Derecho Penal está muy alejado de todo esto. El letrado también ha interesado que se le levante la prohibición de aproximarse al centro de salud.

Todo lo que he dicho es verdad”, ha concluido la sospechosa en el turno de la última palabra sin poder dejar de llorar. El caso ha quedado visto para sentencia.

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