La fiscal y la jueza del juicio simulado de la UIB: "Nada está ganado por muy claro que lo tengas"

Carla Moyà y Xin Wang Chen destacan la intensidad de una experiencia que no dudaría en repetir: "Ha sido increíble"

A la izquierda, la 'fiscal' Carla Moyà; a la derecha, la 'jueza' Xin Wang Chen

Bernardo Arzayus

Jordi Sánchez

Jordi Sánchez

Palma

La Facultad de Derecho de la Universidad de las Islas Baleares (UIB) celebró ayer un innovador simulacro de juicio, una iniciativa pionera que ha permitido a estudiantes de tercero y cuarto curso de Derecho sumergirse en la práctica judicial real. Bajo la dirección de la decana Aina Salom, trece alumnos han trabajado codo con codo este último mes con jueces, fiscales y abogados en activo, enfrentándose a un caso de robo con violencia basado en un expediente auténtico, en un entorno que recrea fielmente una sala de juzgado.

Carla Moyà, estudiante que asumió el rol de fiscal, detalló el arduo proceso de preparación: “Hemos tenido varias reuniones con los dos otros fiscales y hemos hecho un extracto con todos los documentos, el informe, el escrito de acusación, el interrogatorio, las cuestiones previas y también hicimos un simulacro para ver cómo sería a la hora de un juicio”. Para Moyà, el papel de fiscal ha sido revelador: “La figura del fiscal es bastante enriquecedora porque al final no tenían acusación particular y debes defender a la víctima con todo, sabiendo que te encontrarás unos abogados muy buenos”.

Aunque ha realizado prácticas en un despacho de abogados penalistas y prefiere ese camino, destacó la importancia de la oratoria: “Los profesores y tutores nos hacen estar muy pendientes de la oratoria porque si no justificas bien o no tienes buena oratoria no se te entiende. El juicio es como una exposición oral de todo el trabajo que hay detrás”.

Una experiencia recomendable

Por su parte, Xin Wang Chen, estudiante de cuarto curso que desempeñó el rol de jueza, también incidió y describió la intensidad de la preparación: “Ha sido un mes de preparación bastante intenso porque hemos tenido tres reuniones, hemos trabajado con los jueces reales, hemos ido a ver juicios, nos han hecho mucho coaching en el sentido de las dudas”. La experiencia ha reavivado su interés por la judicatura: “Yo cuando estaba en la carrera empezando quería ser jueza, pero con el tiempo se me pasó, pero al final después de coger el papel del juez y de estar conectada con el mundillo me plantearé opositar en un futuro”. Como jueza, su labor fue supervisar el proceso: “Nos encargamos como jueces de moderar el juicio y te encargas de que todo salga bien, de que todos tengan su turno, de que no se hagan preguntas irrespetuosas”.

El caso, un expediente real seleccionado por las magistradas María Pérez, del Juzgado de Instrucción 2 de Palma, y Mónica de la Serna, de la Audiencia Provincial, permitió a los estudiantes enfrentarse a las complejidades de un proceso judicial real.

Ambas estudiantes destacaron el impacto de la experiencia. Moyà, que ha asistido a juicios reales como público, reflexionó: “En un juicio real te das cuenta de que no todo es el hecho. Nunca está nada ganado por muy claro que lo tengas”. Xin, por su parte, no dudó en recomendar la experiencia: “Ha sido una experiencia que me gustaría recomendarle a todo el mundo, ha sido increíble y creo que si la facultad de derecho no nos hubiese dado esta oportunidad, a lo mejor estaría metida en acabar la carrera y en el máster y no pensaría en otras oportunidades”.

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