La excavadora termina con la historia del cine en el Coll d'en Rabassa
Los obreros empiezan la demolición del edificio que en su momento fue la única sala de proyección de esta barriada de Palma

Héctor Soto
El edificio que en su momento fue el único cine que había en la barriada del Coll d'en Rabassa, en Palma, empieza su proceso de desaparición. Desde el pasado una brigada de obreros está derrumbando todo su interior, ya que está previsto que este edificio, que lleva más de una década cerrado a la espera de un comprador, se convierte en un futuro en un inmueble de lujo.
Los vecinos más antiguos de la conocida barriada palmesana lamentan que estas máquinas están terminando con uno de los edificios más emblemáticos del Coll d'en Rabassa, ya que en más de una ocasión prácticamente todos los residentes acudieron al cine Nou en alguna ocasión para presenciar en su enorme pantalla alguna película de estreno.

La excavadora está vaciando el interior del antiguo cine / J.F.M.
Este cine abrió por primera vez sus puertas en el año 1942 con la presentación de una zarzuela. Abría tres veces por semana, los jueves, sábados y domingos, en doble sesión. Es decir, con el mismo precio de la entrada, el espectador podía ver dos películas, aunque solo una de ellas era de estreno. Entre una película y otra, en muchas ocasiones, también aparecían los famosos Nodos de la época franquista.
Cuatro días después de su inauguración, según señalaba el historiador y vecino del Coll d’en Rabassa, Pere Galiana, empezó su actividad con la proyección de las películas. Las primeras que se presentaron al público fueron La culpa es de otro y Riachuelo.
El cine Principal estuvo abierto al público durante cuatro décadas. Aguantó hasta a principios de los años 80, una época en la que aparecieron en Palma las llamadas salas multicines, donde se mostraban varias películas a la vez. La aparición de estos cines con varias salas fue el principio del fin de los cines de barriada y el del Coll d’en Rabassa fue uno de ellos. Los propietarios no tuvieron más remedio que bajar la persiana, porque los vecinos dejaron de acudir al cine. Preferían quedarse en casa y ver las películas de la televisión o desplazarse a Palma para presenciar los estrenos de la semana.

La demolición se está ralizando desde la entrada del edificio / J.F.M.
Tras el cine, el edificio, que está ubicado en la calle principal de la barriada, pasó a convertirse en una bolera. Durante años este negocio tuvo mucho éxito, hasta que los jóvenes del Coll dejaron de jugar a los bolos al encontrar otros entretenimientos.
La bolera cerró en el año 2011 y en ese momento se colgó un cartel de “Se vende”, que ha estado pegado a la fachada durante años. El edificio ha tardado más de una década para encontrar a alguien interesado en su adquisición. Hace dos años se vendió a un fondo de inversión, que tiene previsto convertir el antiguo cine de la barriada en un edificio de viviendas de lujo. Los inversores han tenido en cuenta el crecimiento que ha sufrido esta barriada de Palma en los últimos años para llevar a cabo este proyecto de construcción. Por el inmueble se abonó alrededor de unos 700 mil euros.
De momento, las labores se limitan al derrumbe de la parte interior del edificio. Después ya se realizarán las obras de reforma. Los más nostálgicos lamentan que esta excavadora simboliza la relación del barrio con el séptimo arte a través de la desaparición de la única sala de cine que existía en el Coll d'en Rabassa.
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