El sector náutico anuncia un verano de masificación de barcos en el litoral de Mallorca

El retraso en el decreto del Govern que busca poner coto a la afluencia de yates impide que la situación se alivie

Las patronales de alquiler de yates avisan de una fuerte afluencia de embarcaciones en el litoral mallorquín.

Las patronales de alquiler de yates avisan de una fuerte afluencia de embarcaciones en el litoral mallorquín. / M. Mielniezuk

Fernando Guijarro

Fernando Guijarro

Palma

El litoral mallorquín va a vivir un verano en el que sus aguas van a padecer una masificación de embarcaciones de recreo, según coinciden en vaticinar los presidentes de la asociación de chárter náutico vinculada a APEAM, José María Jiménez, y su homólogo en AECIB, Pedro Francisco Gil. El motivo, según señalan, es que el decreto que la conselleria del Mar prepara para poner coto a estas situaciones se está retrasando y no va a estar listo para los próximos meses. Desde estas organizaciones empresariales se considera que la demora no es responsabilidad del citado departamento autonómico, sino de los «filtros» que debe de pasar para su tramitación, como los informes de otros organismos.

El decreto que se prepara desde el Govern (teóricamente es una modificación del anterior de 2017, pero de enorme calado) pretende poner límites a la actividad del alquiler de yates (algo que apoyan las empresas ya implantadas en las islas agrupadas en esas organizaciones), al exigir que estas embarcaciones dispongan de un amarre en algún puerto o de una boya para el fondeo controlado, además de tener autorización para el embarque de los pasajeros y para depositar los residuos.

El objetivo es evitar la presencia de barcos llegados de otras zonas que lo que hacen es recoger a sus pasajeros en cualquier playa del litoral balear para evitar acercarse a los puestos y que hacen vertidos al mar, cuyo número es muy importante, según se señala.

El decreto endurece los requisitos para poder dedicarse a la actividad del alquiler para que esta actividad sea desarrollada exclusivamente por embarcaciones profesionales, dificultando la presencia de los denominados ‘piratas’ por el sector.

Verano «caliente»

Ante la ausencia de esta nueva normativa, José María Jiménez advierte que «vamos a tener un verano caliente y lleno de incidentes» debido a la prevista presencia masiva de esos buques, de los que se señala también el daño que algunos hacen al fondo marino por sus fondeos descontrolados.

José María Jiménez, de APEAM

José María Jiménez, de APEAM / APEAM

El borrador del decreto que lleva meses en manos del sector contempla también la exigencia de que las embarcaciones extranjeras que se pongan en alquiler deben de contar con un consignatario o representante español para que alguien asuma la responsabilidad de las irregularidades que esos yates pueda cometer.

Hay otro punto que se considera fundamental para las empresas de alquiler implantadas en las islas. La legislación estatal va a permitir a partir de este año que las embarcaciones de recreo de uso privado (lista séptima) pueda destinarse al alquiler (lista sexta) durante unos meses al año. El decreto que prepara el Govern busca poner freno a esta decisión y en el artículo 3.3 se señala que «no se permitirá realizar la actividad de alquiler náutico en las embarcaciones o barcos que tengan autorizado un cambio temporal de uso privado a comercial».

Este rechazo se ha dado tanto desde el PP como desde el PSOE de las islas, al considerar que el sector balear del chárter náutico cuentan con una importante presencia de empresas con un elevado nivel de profesionalidad que hace innecesario el alquiler de barcos privados, a diferencia de lo que puede suceder en otras comunidades autónomas.

Impacto en Balears

En este punto, se ha dado una confluencia de plazos que favorece al sector balear, que se opone radicalmente a que un yate de recreo privado pueda ser comercializado para el alquiler durante la temporada alta. El decreto del Govern no va entrar en vigor durante los meses estivales para poder prohibir esa práctica, pero la norma estatal tampoco va a dar el tiempo necesario para conseguir las autorizaciones que permitan esa comercialización durante este verano.

Para 2026 se da por hecho que el problema quedará resuelto gracias a que el veto balear ya habrá entrado en vigor, una vez quede aprobado el decreto. Por ello, se admite que por ahora no hay una gran preocupación entre las empresas baleares de chárter náutico.

Otro punto que va a incluir la normativa balear es la prohibición de que los yates de alquiler se comercialicen por plazas individuales (tickets), para evitar que se pueda hacer una competencia desleal a los que se dedican a la realización de excursiones (lista segunda).

Hay que recordar que el Govern ya ha anunciado que este verano se desarrollará una campaña de vigilancia con la activación de diez embarcaciones que recorrerán el litoral balear para detectar irregularidades, aunque todavía no se podrá aplicar el decreto autonómico pendiente de aprobación.

Al margen de este punto, desde las empresas de chárter náutico se admite la preocupación existente ante el descenso de las reservas que se viene registrando durante las últimas semanas, lo que está haciendo que se rebajen las expectativas sobre su actividad durante los meses estivales. 

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