Violencia de género

Expulsan del cuartel a un sargento de Mallorca que amenazó a su exnovia

La mujer, también militar, tuvo que marcharse de la isla y buscar un nuevo destino ante el acoso del suboficial

El sargento participó como experto en el control sanitario durante la pandemia. | B. RAMON

El sargento participó como experto en el control sanitario durante la pandemia. | B. RAMON

Palma

El Ejército no está dispuesto a tolerar ni el más mínimo episodio de violencia de género protagonizado por alguno de sus mandos y adopta medidas disciplinarias ejemplares, incluso antes de que la Justicia ordinaria se haya pronunciado. Esta política de tolerancia cero ante estos episodios violentos entre parejas sentimentales se ha aplicado contra un sargento del Ejército de Tierra, destinado en un cuartel de Mallorca, que fue denunciado por su expareja sentimental, también soldado profesional, por varios episodios de coacciones y amenazas. La denuncia fue tan contundente, aportando numerosas pruebas, que el juez aplicó una orden de protección a favor de la soldado, prohibiendo a su expareja militar aproximarse a menos de 150 metros de ella.

Este suboficial estaba destinado en el acuartelamiento Jaume II, ya que forma parte de la brigada de Infantería. Allí mismo también trabajaba su entonces pareja sentimental. La resolución del juez motivó que la Unidad adoptase una serie de medidas para dar cumplimiento a la orden judicial. Al denunciado se le expulsó del cuartel y se le trasladó a otro edificio militar. Ella, en cambio, optó por pedir un nuevo destino, para no tener ningún tipo de contacto con su expareja. El Ministerio de Defensa le otorgó un nuevo destino en un acuartelamiento de Madrid por un periodo acotado.

Con independencia del resultado que pueda tener en un futuro esta denuncia por violencia de género, ya que el sargento aún se debe someter a un juicio, el Ejército ya adoptó una serie de medidas disciplinarias. Se tramitó un expediente disciplinario en su contra por una falta muy grave, porque se interpretó que su comportamiento "podría comprometer la imagen y la dignidad" de la carrera militar.

Y es que los responsables del Ejército han interpretado que este tipo de incidentes, aunque no se desarrollara en el interior del cuartel, rompe las reglas de comportamiento que se debe exigir a cualquier militar. "La conducta del sargento resulta del todo contraria a las normas castrenses, exigiéndose al militar un plus de ejemplaridad, no solamente en el ámbito profesional, sino con vocación de permanencia". De este modo en el expediente interno se justificó la medida disciplinaria contra el sargento, que tuvo que abandonar su unidad y trasladarse a otro cuartel de Mallorca. Según se desprende del expediente interno, el sargento mantenía una relación sentimental con una soldado a sus órdenes. En un momento determinado las cosas empezaron a ir mal y la relación se fue deteriorando, hasta el extremo de que la mujer fue quien decidió dar por terminada esta situación. Esta decisión de la mujer no agradó al denunciado que, según las pruebas aportadas en la denuncia, empezó a acosar a la joven mediante mensajes telefónicos, donde le dedicaba toda clase de insultos y menosprecios. Es decir, el sargento protagonizó varios "episodios de celos y mensajes ofensivos y humillantes dirigidos a menoscabar la integridad personal y profesional de la víctima", detalló la resolución disciplinaria.

El sargento ha intentado que los tribunales anulen esta decisión disciplinaria, porque entiende que los hechos ocurrieron hace ya cinco años y desde entonces no ha tenido relación con la mujer que le denuncia. Ha intentado convencer a los jueces que su comportamiento dentro del cuartel ha sido ejemplar, ya que siempre ha mostrado una actitud muy profesional, sin protagonizar ningún tipo de incidente. Y, además, la relación con sus compañeros de unidad es muy fluida. También incidió en que, como especialista sanitario, había participado en varias operaciones desarrolladas por el Ejército, entre la que está el control de los enfermos de la covid. Sin embargo, con independencia de su ejemplar hoja de servicios, los jueces han interpretado que la medida disciplinaria acordada en su contra es adecuada, porque interpretan que el comportamiento que tuvo con su exnovia no está aceptado dentro de las normas del Ejército.

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