"Prefiero perder 300 euros antes que un amigo": la respuesta de los trabajadores a la oferta de la concesionaria de la ITV de Mallorca

Los mismos señalan que la iniciativa de la empresa responde "a un intento por cumplir los pliegos con los que entró"

Critican su adhesión al convenio del metal, cuyas condiciones dificultan la contratación de nuevos inspectores

VÍDEO | Trabajadores de la ITV de Mallorca denunciaron en febrero sobrecargas de trabajo con la nueva concesionaria

DM

Jordi Sánchez

Jordi Sánchez

Palma

La oferta de la empresa concesionaria del servicio de ITV de Mallorca, que compensará con 300 euros a los empleados que traigan a un amigo o conocido para que entre a trabajar en una de las estaciones, no ha pillado por sorpresa a la plantilla. Los trabajadores, bajo petición de anonimato, explican que si bien el correo electrónico que recibieron ayer por la tarde con el cartel de la campaña generó cierta estupefacción, ha sido un movimiento esperado "porque por una cosa o por la otra no consiguen contratar a nadie".

Si uno de estos empleados trae a un amigo o conocido y consigue que entre e la empresa, será compensado con 300 euros. Ahora bien, esta persona deberá superar el período de prueba para que pueda cumplirse el trato. "Mucha gente se ha ido estos últimos meses. El tema de meternos en el convenio del metal está siendo duro, tanto para los que estamos como para los nuevos", señalan las mismas fuentes.

Las dificultades de Itevebasa, empresa responsable de la ITV en Mallorca, para contratar trabajadores "están relacionadas con las condiciones que ofrecen". Los mismos señalan que, al estar atados al convenio del metal "el sueldo para vivir en la isla no basta" y, además "se eliminan las subidas salariales". Esto resulta en que muchos aspirantes a inspector de la ITV dedican no optar finalmente a los puestos libres: "Trabajar aquí no es el sueño de nadie, y si tienes que hacerlo con el mismo sueldo durante 30 años se complica más".

Estos factores condicionan especialmente a posibles trabajadores que podrían importar de la península. "Les ofrecen un plus y aun así no quieren venir, y por las mismas condiciones por las que no vienen mucha gente ya se está yendo", advierten. Para entrara a trabajar piden: una formación de tres años como mecánico y tener un grado medio en de electromecánica o superior de automoción. "Esa es otra, encontrar a gente con esa experiencia también es difícil", añaden.

Dada la cantidad de gente que abandona la empresa, continúan, "recolocan inspectores -de Palma a Manacor, por ejemplo- y los mueven de estación para cubrir huecos". Esto podría deberse, al igual que la oferta enviada por correo a la plantilla, y según los trabajadores, "a un intento por cumplir los pliegos con los que entró la empresa y que establecían un número mínimo de empleados por estación". Pese a las reubicaciones de trabajadores, denuncian, "seguimos trabajando casi todos con el mínimo".

Amistad antes que dinero

Tras recibir el ofrecimiento de la empresa, el sentir entre los trabajadores fue claro: "Prefiero perder 300 euros antes que perder un amigo". El comentario, en tono irónico, refleja la situación en la que se encuentra la plantilla. "Nadie querría que un conocido trabajase aquí. Es verdad que la carga de trabajo ha bajado, pero las condiciones a las que nos somete el convenio son malas para nosotros. Además, perdemos derechos adquiridos", explican.

Añaden un motivo más a la negativa de muchos inspectores a trabajar en la ITV de Mallorca: "Los que entran nuevos a la empresa firman un papel en el que indican que, si superan la fase de prueba y la formación pero después quieren irse, deberán pagar esa formación. Es como una manera que tienen de cubrirse".

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