El Supremo investigará si Alvise Pérez reveló secretos personales de Jorge Campos

La jueza Piedad Marín, titular del juzgado de Instrucción número 4 de Palma, ha enviado al Supremo una causa contra Alvise Pérez, el eurodiputado y líder de la formación política “Se acabó la fiesta”, para que investigue si ha podido cometer un delito de revelación de secretos que afecta al diputado de Vox, Jorge Campos.

A través de una exposición razonada, la magistrada detalla que la condición de eurodiputado le impide tomar declaración como imputado a José Luis Pérez Fernández, pese a la existencia de claros indicios de delito contra el político, por lo que traslada esta responsabilidad a la sala Segunda del Tribunal Supremo.

Los hechos están directamente relacionados con una campaña de desprestigio que inició Alvise Pérez contra el diputado de Vox, Jorge Campos. Estos ataques personales, que coincidieron con la separación matrimonial del diputado de Vox, se transmitieron a través del canal Telegram. Pérez publicó fotos donde aparecía Campos cenando con su nueva pareja sentimental. Además, también publicó imágenes de la factura de una estancia de la pareja en un hotel de Palma y un documento sobre un préstamo económico que había solicitado el diputado de Vox, cuyos detalles eran confidenciales.

Esta querella, en la que se imputaba los delitos de odio, contra la integridad moral y revelación de secretos, fue inicialmente desestimada por la magistrada. Sin embargo, la Audiencia rectificó esta decisión y, si bien rechaza que se hubiera cometido un delito de odio o contra la integridad moral, sí apreciaba indicios de una infracción de revelación de secretos. Por ello, ordenaba continuar con la causa, limitando las actuaciones únicamente a dicho delito de revelación de secretos.

Jorge Campos se querella en Palma contra Alvise Pérez

En la propia querella, redactada por el abogado Álvaro Martín Olmo se incidía que los documentos que Alvise publicó en sus redes sociales contenían datos reservados, que no se podían desvelar. La propia resolución de la Audiencia señalaba que se desconocía de qué forma estas facturas habían llegado en poder del eurodiputado, pero se establecía que la publicación de estos documentos en la red social demostraba que Alvise había tenido acceso a este material confidencial. Por ello, la Audiencia interpretó que existían indicios de que se podría haber cometido un delito de revelación de secretos, lo que justificaba la continuación de la investigación penal contra el eurodiputado, eso sí, limitando los hechos, ya que se descartaba los otros dos delitos, el de odio y la integridad moral.

La jueza de instrucción se ha limitado a seguir las indicaciones marcadas por la Audiencia, pero su actuación queda limitada por la condición de que el investigado es un eurodiputado, y por lo tanto disfruta de un aforamiento especial. Ello le impide tomarle declaración como imputado, para que pueda defenderse de dicho delito. En la resolución se cita la normativa, que establece que un eurodiputado goza de la misma inmunidad que un diputado nacional, es decir, un juzgado de instrucción no le puede investigar y solo puede hacerlo el Tribunal Supremo.

En esta exposición la jueza indica que contra Alvise Pérez existe “una imputación clara y concreta”. El juzgado de instrucción de Palma enviará al Supremo todos los documentos que se han ido acumulando en esta causa.

Será al Supremo al que, en este momento, le corresponda decidir si considera que existen, o no, indicios de delito de revelación de secretos cometido por Alvisa, perjudicando a Jorge Campos, con quien mantiene desde hace meses un conflicto personal. La Sala nombrará a un instructor, que será quien tome declaración al eurodiputado si coincide con la Audiencia de que la publicación en las redes sociales de la factura del hotel y de los documentos sobre un préstamo personal solicitado por Campos supone un delito de revelación de secretos. Si no fuera así, el Supremo archivaría el caso, aunque Jorge Campos tendría la posibilidad de presentar una demanda civil contra su oponente político.