El bloqueo del convenio de hostelería de Baleares dispara las primeras alarmas en el sector turístico

Las primeras «luces de alarma» ya están encendidas a la vista de que los avances en la negociación del convenio colectivo de la hostelería balear, el más importante de las islas, están siendo nulos y la temporada turística ya ha comenzado a dar sus primeros pasos. Los máximos responsables de las federaciones de este sector en UGT y CCOO, José García Relucio y Héctor Gómez respectivamente, coinciden en que la reunión que ambos sindicatos van a mantener durante el próximo miércoles con las organizaciones empresariales va a ser clave a la hora de determinar si hay vías de avance, ya que en la jornada siguiente, Primero de Mayo, se van a visualizar ya las primeras reclamaciones y el día 5 de mayo se pondrán en marcha las asambleas de trabajadores para comenzar a determinar las medidas de presión que se pueden adoptar. Algunos hoteleros consultados reconocen el bloqueo en el que se encuentra la negociación, pero alegan que resulta difícil hablar de subidas salariales cuando se desconoce el alcance de la reducción de la jornada laboral que el Gobierno central pretende aprobar y cómo quedará tras su tramitación en el Parlamento español.

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José García Relucio califica directamente de «caliente» la situación a la que se ha llegado, ya que en abril debería de aplicarse la subida salarial para este año y ésta ni siquiera se ha tratado en los contactos mantenidos hasta ahora con las patronales.

Semana Santa sin acuerdo

Lo más grave, y este es un punto en el que coinciden algunos empresarios consultados, es que se ha llegado a la Semana Santa sin el menor atisbo de acuerdo y sin que se hayan abierto contactos para intentan acercar posturas fuera de la mesa negociadora. Eso supone que cualquier amenaza de huelga por parte de UGT y CCOO se va a registrar en las puertas de la temporada alta, con la difusión que de ella previsiblemente se hará en algunos medios de comunicación de los principales mercados emisores, haciendo que cunda el nerviosismo entre los tour operadores, algo que los propios hoteleros reconocen.

Es por ello que se insiste en la reunión fijada para el próximo miércoles va a ser extraordinariamente significativa respecto a si se eleva el peligro de conflicto.

El secretario general de la federación de Servicios de UGT-Balears advierte que en este encuentro del día 30 cualquier avance va a tener que pasar por la retirada de las propuestas que las empresas han puesto sobre la mesa y que para los sindicatos suponen un retroceso en los derechos de los trabajadores, y en concreto señala que una de las más importantes es que se elimine cualquier pretensión de que los fijos discontinuos pueden tener varios contratos a tiempo parcial para que trabajen en más de un centro de trabajo y con diferentes funciones.

Abordar el alza salarial

Pero además, se considera imprescindible abordar ya el tema de la subida salarial (hay que recordar que UGT ha reclamado un alza del 8% para este año, del 6% para 2026 y del 5% para 2027), al igual que la extensión del periodo de trabajo garantizado de los fijos discontinuos.

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El presidente de la gestora de CCOO-Servicios en las islas comparte que «la situación se está complicando y vamos muy mal de tiempo» y expresa su esperanza de que en la reunión del miércoles se detecte un cambio, porque en caso contrario a las organizaciones sindicales «no nos quedará mas remedio que activar los mecanismos sociales que tenemos», en referencia a las movilizaciones.

Hay un aspecto que desde los sindicatos se reprocha a los hoteleros mallorquines, y es el papel «pasivo» que está jugando su presidente, Javier Vich, en la negociación, al que se reclama que asuma su liderazgo e impulse un acercamiento de posturas.

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Aunque la federación mallorquina se escuda en el compromiso de confidencialidad en torno a esta negociación para no hacer públicos los temas que se abordan, algunos hoteleros consultados esgrimen lo difícil que resulta hablar de mejoras salariales concretas cuando sigue estando sobre la mesa la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales que el Gobierno central quiere aprobar (UGT reclama llegar a las 35 ), y señalan este tema como uno de los responsables de la falta de avances. Sin embargo, se admite también que llegar a las puertas de la temporada alta sin un acuerdo supone un riesgo muy alto y se recuerda la huelga que se acaba de registrar en Tenerife.

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