Jorge Milia, exalumno argentino del papa Francisco en Mallorca: "Vosotros habéis perdido a un Papa, pero yo he perdido a un amigo"

Asegura que el Pontífice fue su profesor en el Colegio Inmaculada Concepción de Santa Fe, Argentina, y que con el tiempo se convirtió en "un gran amigo" con el que nunca dejó de tener contacto: "Cada encuentro con él era una lección de vida"

Jorge Milia, exalumno argentino del papa Francisco en Mallorca: "Vosotros habéis perdido a un Papa, pero yo he perdido a un amigo"

B. Ramon

Nair Cuéllar

Nair Cuéllar

Palma

Medio centenar de fieles se encontraba este martes en la Catedral para honrar la memoria del papa Francisco, y entre ellos estaba el argentino Jorge Milia. Se define como "exalumno y gran amigo" del Pontífice, al que asegura continuaba viendo incluso después de asumir "la gran responsabilidad" del papado en 2013.

Visiblemente afectado por la muerte de Francisco, Milia cuenta a este diario que desde que fuera su profesor de Literatura en el Colegio Inmaculada Concepción de Santa Fe, en Argentina, han mantenido su amistad, tanto que en el año 2006 Jorge Bergoglio escribía el prólogo de su libro De la edad feliz, una obra en la que su autor, también periodista, se expresa la relación de respeto hacia los docentes en los años 60.

Milia dirigió un diario en Santa Fe y ahora, ya retirado, vive en Inca junto a su mujer. Según explica, vino a Mallorca para estar cerca de dos de sus hijas y cuatro de sus nietos y estar así más cerca de su familia. Cuenta que desde entonces mantuvo el contacto con el Papa, al que visitaba "siempre que podía en Roma".

Este martes acudió a la Catedral a escuchar la plegaria que el obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, hizo por el Papa tras su fallecimiento, un hecho que Milia lamenta profundamente: "Vosotros habéis perdido a un Papa, pero yo he perdido a un amigo", manifiesta.

Relata que poco después de ser elegido Pontífice, Francisco le dijo que había buscado en la biblioteca de Ratzinger -su antecesor, Benedicto XVI- y "no había encontrado ningún manual para ser Papa". Y es que, como recuerda, Francisco -Jorge para mí", puntualiza- decía que cada día había que crear una nueva solución para cada problema "y que a veces, como el Papa es humano, se equivocaba". "Él me dijo que no tenía ninguna solución mágica y que solo pedía equivocarse poco", señala emocionado Milia, quien considera que "manejar la Iglesia es una cosa muy difícil, porque contentar a todos es muy complicado".

Me dijo que había buscado en la biblioteca de Ratzinger y que no había encontrado ningún manual para ser Papa

"Cada encuentro con él era una lección de vida"

Milia recuerda con ojos vidriosos cómo Francisco I preguntaba siempre por todos los miembros de su familia y que cuando él le contestaba que sus hijas se ayudaban unas otras, el Pontífice siempre le decía que "eso lo tienes que tener siempre presente, porque las ayudas más importantes son las que se hacen con el corazón". Y es que, como bien destaca, "cada encuentro con él era una lección de vida".

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