Francisco se atascó con Ramon Llull pero impuso a Junípero
El Papa fallecido y el santo de Petra fueron acusados de "genocidas" a raíz de la canonización del mallorquín en Washington en 2015, el Pontífice celebró "la actualidad asombrosa" del Beato y leyó en público reflexiones lulianas pero sin atreverse a elevarlo a la santidad

Canonizando a Junípero Serra en Washington, a riesgo de ser tachado de «genocida». | EFE

Se ha instalado el consenso de que ningún Papa antes había prestado tanta atención a los asuntos de Mallorca como Jorge Mario Bergoglio. La jerarquía jesuítica cacarea ahora la vinculación papal con Montesión, después de haber vendido su recinto presuntamente sagrado para convertirlo en hotel, en un curioso homenaje al dios Mammon. En la atención a los mallorquines vivos, sobresale la conversación papal con Francina Armengol en el Vaticano, prevista para veinte minutos y que se alargó a puerta cerrada durante una hora, para asombro y desesperación de los diseñadores de la agenda del Pontífice.
Obras son amores, y Francisco no se ha circunscrito a las palabras. La valentía del primer Papa americano bordeó la osadía al canonizar en 2015 a Fray Junípero Serra en Washington, el ceremonial se trasladaba así a Estados Unidos por primera vez en la historia. No solo se desencallaba un proceso paralizado durante un cuarto de siglo, desde la beatificación de 1988 a cargo de Juan Pablo II. La innovación adquiría además el perfil de un desafío. Francisco y el franciscano mallorquín fueron tildados a la par de "genocidas" por los representantes de los colectivos indígenas.
La presión no había hecho mella en Francisco durante la primera etapa de su papado, pero su detallado conocimiento de la obra de otro mallorquín heterodoxo no le suministró el atrevimiento suficiente para canonizarlo. Hace menos de un año, Bergoglio celebró en público "la actualidad asombrosa" del Beato Ramon Llull, pero el Pontífice siempre impuso un freno incluso dialéctico al ascenso del filósofo próximo a los franciscanos de San Junípero.

Hablando del «Amado» de Ramon Llull ante la Fundación Blanquerna en el Vaticano. | VATICAN MEDIA
Las tribus californianas se soliviantaron contra la canonización juniperiana, de la que se cumple el décimo aniversario. Simon Moya-Smith, miembro de la nación Lakota y redactor jefe del Indian Country Today, lamentaba que la primera visita de Francisco a Estados Unidos se tradujera en la canonización de "un abusador extremo e incorregible de los pueblos indígenas de la costa del Pacífico".
La satanización del mallorquín que fundó nueve misiones en California, dentro de la expedición montada por Carlos III, reposa teóricamente en el libro Una cruz de espinos: La esclavización de los indios californianos por las misiones españolas. Su autor Elias Castillo destaca que Serra golpeaba y propinaba latigazos sin distinción a hombres, mujeres y niños, con la pretensión de obligarles a convertirse al catolicismo.
El Papa no se dejó amilanar por las acusaciones de los indígenas, a quienes previamente había defendido al denunciar "los crímenes cometidos durante la llamada conquista de América". Apoyado por la archidiócesis de Los Angeles, que siempre negó tajante las acusaciones contra el mallorquín, el Pontífice resaltó durante la canonización del franciscano que "dejó su tierra natal y su forma de vida". Curiosamente, el abandono de Mallorca con un objetivo evangelizador viene compartido por la peripecia de Ramon Llull.
Las disputas que obstaculizan la canonización del Doctor Illuminatus mallorquín tienen un componente más intelectual, pero no por ello menos visceral. Como de costumbre con los isleños notables, la universidad cristiana que lleva el nombre de Ramon Llull se halla radicada en Barcelona, en un caso claro de apropiación o usurpación cultural. El Papa recibió en la biblioteca del Palacio Apostólico Vaticano a los representantes de la Fundación Blanquerna, adscrita al citado centro académico catalán. El Pontífice aprovechó la denominación de la entidad para abrir su discurso con una demostración de su proficiencia luliana. "Me llamó mucho la atención su nombre, Blanquerna, este ilustre personaje literario del que se sirve el beato Ramon Llull para hacer una precisa descripción de la sociedad de su tiempo".
El desgaste del coraje no sirve como argumento único para explicar el aparcamiento de la canonización de Ramon Llull. La reactivación luliana durante el siglo XX surge de dos de los cerebros más privilegiados de la centuria, que por fuerza debieron dejar huella en el papa argentino. Borges y Umberto Eco aunaron esfuerzos para establecer la proximidad y casi paternidad entre los hallazgos de la Ars Magna de Llull y los prodigios informáticos. En el terreno popular, hasta los libros de Harry Potter mencionan al polímata palmesano. Sin embargo, y de ahí el problema, los relatos de J.K. Rowling encajan al mallorquín en el gremio de los magos, y la Iglesia se muestra siempre celosa de su monopolio de los prodigios.
Tal vez Francisco se asustó, por el precedente de los efectos violentos de la canonización de su primer mallorquín. A la semana siguiente de la ceremonia de Washington, fue vandalizada la estatua de Junípero que preside su conjunto funerario en Carmel. La efigie fue pintarrajeada, antes de derribarla. Mientras tanto, se sucedían los pronunciamientos radicales. Olin Tezcatlipoca, líder del Movimiento Mexica que reniega tanto de la latinidad como sobre todo de la hispanidad, resumió que el franciscano de Petra "planificó el genocidio que ahora está continuando el Papa".
El pontífice fallecido puede incluir entre sus varias denominaciones la condición de Papa de los mallorquines controvertidos. La relación debe incluir al también jesuita Luis Ladaria, otro cerebro privilegiado que se convirtió en la mano derecha disciplinaria del papado tras su elevación cardenalicia, hasta ser abatido con igual determinación en 2023. Sin dar explicaciones.
Frente a las obviedades de Francisco sobre Junípero, "que testimonió en estas tierras la alegría del Evangelio", se yergue su meticuloso análisis de las fortalezas y debilidades lulianas. "Nos habla en un lenguaje nuevo y accesible, una manera de comunicar tal vez inusual para la época, pero agradable y clara para sus contemporáneos". El argentino que un día será San Francisco, como la misión instituida por Junípero, sentía demasiado próximo a Ramon Llull para atreverse a canonizarlo.
Suscríbete para seguir leyendo
- Mi madre con Alzheimer lleva 14 días sin comer ni beber pero Salud se niega a activar los cuidados paliativos
- Se registra un terremoto en la bahía de Palma
- Fin a la investigación: esta es la razón por la que se hundió el yate de lujo ‘Bayesian’, estrechamente vinculado a Mallorca
- Apartan al jefe de Inspección turística tras el caso de intento de agresión del conseller Rodríguez
- Terremoto en la bahía de Palma: estos son los últimos seísmos registrados en Baleares
- Las lluvias provocan inundaciones en Magaluf y Palmanova
- Entidades se reúnen en Palma para que la manifestación para pedir límites al turismo sea 'lo más masiva posible
- Casi la mitad de los pisos de 'Lloguer Segur' se están alquilando sin superar los 850 euros al mes