Disciplina

Sancionado por dormir en las guardias en la cárcel de Palma

El funcionario se acostaba por las noches en un colchón y se tapaba con una manta

El funcionario se despreocupó por la vigilancia interna de la cárcel de Palma.

El funcionario se despreocupó por la vigilancia interna de la cárcel de Palma. / B. Ramon

Palma

El Ministerio de Interior, a través de la Secretaria General de Instituciones Penintenciarias, ha impuesto una severa sanción disciplinaria a un funcionario de la cárcel de Palma. La razón es que el trabajador, durante su horario nocturno, no realizó las funciones de vigilancia que tenía encomendadas. Estaba destinado en el control de accesos y en la centralita telefónica. Sin embargo, durante las noches, no solo se quedaba dormido, sino que incluso se acostaba en un colchón y se tapaba con una manta para no tener frío. Para no llamar la atención apagaba las luces de la habitación donde estaba destinado y al quedarse dormido, lógicamente, no podía realizar la labor de vigilancia que tenía encomendada. En la noche del día 26 de mayo de 2021, sobre las 23 horas, el funcionario fue sorprendido por el mismo director de la cárcel, que lo encontró acostado sobre el colchón. El director le llamó la atención y le exigió que se incorporara y se responsabilizara de su función de vigilancia. El trabajador, sin embargo, no hizo caso a estas órdenes y volvió a acostarse en el colchón.

Poco después de la una de la madrugada, mientras los presos de la cárcel de Palma estaban durmiendo, el jefe de servicios, encargado de la zona de control, descubrió que el funcionario no había retirado ni la manta, ni el colchón donde había estado recostado.

Esta situación justificó el inicio de un expediente disciplinario, que se tramitó por una falta de desobediencia a una orden dictada por el superior jerárquico y otra por una falta de rendimiento que afectó al normal funcionamiento de los servicios.

La decisión que acordó la administración ante este comportamiento fue imponerle una sanción global de un mes de empleo y sueldo, que ejecutó casi de inmediato. El funcionario, descontento con esta sanción disciplinaria, decidió recurrirla y planteó una demanda contra el Ministerio de Interior, que ha sido resuelta por un tribunal de Madrid. Uno de los motivos para anular la sanción que alegó el trabajador de la cárcel es que en su interrogatorio, durante el procedimiento administrativo, no pudo contar con asistencia letrada, ya que su abogada no pudo asistir.

El tribunal ha analizado los hechos en profundidad y los jueces llegan a la conclusión de que el comportamiento del trabajador público, al acostarse en un colchón durante su horario de vigilancia en un centro de reclusos, es merecedor de una sanción disciplinaria. Se considera que su forma de actuar puso en peligro el normal funcionamiento de los servicios públicos. La sentencia incide en que el funcionario no cumplió con las obligaciones que le marcaba su trabajo y mostró una total «negligencia y desinterés». E insiste en que el trabajador público no mostró el más mínimo interés en vigilar la zona de la cárcel, causando con su comportamiento «una imagen perjudicial para la administración e incluso para los restantes compañeros».

Sobre la ausencia de la abogada el tribunal entiende que no es razón para anular la sanción disciplinaria.

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