Taltavull, en una Catedral abarrotada por el Domingo de Ramos: "Hoy predomina más la presunción de culpabilidad que la presunción de inocencia"

El obispo de Mallorca centra su homilía en el perdón de Jesús, siendo esta "la gran lección que debemos aprender y hacer realidad en nuestra vida"

La Seu, a rebosar de gente para celebrar el preludio de la Semana Santa

Andrés Martínez

Andrés Martínez

Palma

"Hoy predomina más la presunción de culpabilidad que la presunción de inocencia y todos nos convertimos en jueces implacables de nuestros hermanos. Esto no es ser cristiano". El obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, ha centrado su homilía en la misa de Domingo de Ramos en el perdón, siendo esta "la gran lección que debemos aprender de Jesús y hacerla realidad en nuestra vida". Un discurso que Taltavull ha pronunciado en una Catedral abarrotada de gente para celebrar el preludio de la Semana Santa.

En la Seu no cabía un alma más para festejar el Domingo de Ramos. De hecho, algunos hasta tuvieron que seguir la homilía del obispo de pie para no perderse la eucaristía que marca el inicio de Pascua. Taltavull ha centrado su intervención en la reacción que tuvo Jesús tras la "traición" por parte de Judas y "el abandono" de sus discípulos. "Jesús perdona, incluso a aquellos que ni piden ni quieren el perdón. Esta es la gran lección que debemos aprender y hacerla realidad porque hay gente que no perdona, que se mantiene en una postura cerrada sin avanzar ni un paso", destaca Taltavull.

El sacerdote también ha hecho referencia al centurión que, al ver lo sucedido con Jesús en la cruz, exclamó "ciertamente, este hombre era inocente". En este sentido, Taltavull ha hecho un paralelismo con la actualidad: "Hoy predomina más la presunción de culpabilidad que la presunción de inocencia y todos nos convertimos en jueces implacables de nuestros hermanos. Esto no es ser cristiano".

Palestina

Asimismo, el obispo ha acabado la misa con un mensaje dedicado a Palestina, donde los cristianos viven actualmente "en una situación de extrema necesidad". "Desde la tierra de Jesús nos llega un grito muy clamoroso y angustioso, los cristianos de allí lo han perdido prácticamente todo. Muchos de ellos han sido asesinados y las comunidades se han visto muy diezmadas. La única fuente de ingresos que tenían eran los pequeños negocios, todos estos están cerrados. Digo esto porque el Viernes Santo hacemos una colecta por ellos, os diría que por este medio o por cualquier otro les hagamos llegar nuestra generosidad porque están en extrema necesidad", recalca Taltavull.

Ramas de olivo

Previamente a la misa celebrada en la Seu, Taltavull bendijo las ramas de olivo y las palmas que portaban los cerca de 200 católicos a las puertas del palacio episcopal. Una multitud que acudió a la llamada de la Iglesia para vivir el cristianismo con devoción, y en familia participar en la procesión de las palmas en la que se recrea la llegada de Jesús a Jerusalén, en el último momento de alegría antes de la crucifixión.

En el acto también intervinieron los niños de l'Escolania dels Vermells de la Seu. Los teléfonos móviles de los palmesanos inmortalizaron el arranque de las celebraciones. El obispo, canónigos y el coro fueron en procesión hacia la Catedral para celebrar la eucaristía.

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