Las empresas turísticas quieren volver a imponer las vacaciones a sus fijos discontinuos
Las patronales quieren vetar estos periodos de descanso en los meses de mayor actividad pese a la sentencia ganada por UGT
La mayoría de los hoteles optan por pagar a cambio de renunciar a los días de libranza

Imagen de una de las reuniones para la negociación del nuevo convenio de hostelería. / UGT

Hace ahora un año el sector turístico se vio impactado por una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) en la que daba la razón al sindicato UGT y anulaba los artículos del convenio de la hostelería de las islas en los que se permitía que las empresas fijaran a su discrecionalidad las fechas en las que los trabajadores fijos discontinuos podían disfrutar de sus vacaciones. Ahora, con la negociación de un nuevo convenio, el tema se ha vuelto a poner sobre la mesa por parte de los representantes de las patronales con un intento de recuperar, aunque sea parcialmente, la posibilidad de que los aproximadamente 100.000 empleados vinculados a esta decisión judicial disfruten de sus días de descanso dependiendo de las necesidades del negocio y no por un acuerdo previo entre las partes. En concreto, la propuesta de las organizaciones empresariales contempla que los fijos discontinuos no pueda disfrutar de estos periodos de descanso durante la temporada alta.
El secretario general de UGT-Servicios, José García Relucio, afirma que esta cuestión ya ha sido planteada en la mesa de negociación y asegura que va a contar con el rechazo firme de su organización, que no piensa dar marcha atrás en una batalla ganada en los Tribunales, pese a estar recurrida ante el Supremo.
El problema radica en que los vaticinios de los propios empresarios se han cumplido y esta decisión judicial ha hecho que sus costes se incrementen, al optar en la mayoría de los casos por abonar económicamente esas jornadas de libranza para evitar que los fijos discontinuos puedan reclamarlas en fechas de máxima actividad en el sector.
Un «problemón» millonario
Lo cierto es que la decisión del TSJB cayó como una bomba en los sectores vinculados al convenio de hostelería (hoteleros, restauradores y ocio nocturno), con afirmaciones como que iba a suponer un «problemón» y estimaciones de su coste para las empresas en «millones de euros».
Sin embargo, la decisión del citado tribunal se sustentaba en que los fijos discontinuos deben de disfrutar del mismo derecho que el resto de los trabajadores a acordar sus periodos de vacaciones y a que éstos no les sean impuestos.
Como se ha indicado, el resultado ha sido el previsto, según indica José García Relucio. La mayoría de la planta hotelera optó el año pasado por compensar económicamente esas vacaciones, lo que supuso un apreciable ingreso extra para muchos fijos discontinuos, y para este ejercicio se mantiene esta tendencia, dado que los casos en los que se ha negociado un calendario para el disfrute de estas jornadas de libranza son una minoría, según se pone de relieve.
Pero el dirigente de UGT lanza una advertencia: también se están detectando situaciones en las que la empresa sigue imponiendo las fechas de los periodos de vacaciones, vulnerando la decisión del TSJB antes señalada, y esta cuestión se quiere poner sobre la mesa de negociación del nuevo convenio colectivo.

El convenio balear de hostelería afecta a unos 180.000 trabajadores / M. Mielniezuk
Como se ha indicado anteriormente, la federación hotelera de Mallorca ha recurrido ante el Supremo la sentencia del Tribunal Superior balear, pero desde el propio sector del alojamiento se reconoce que no hay demasiado optimismo respecto a que sus pretensiones de recuperar la situación inicial vayan a prosperar de la mano de una batalla legal, de ahí que se quiera plantear durante la negociación de un nuevo convenio alguna fórmula que permita dar flexibilidad a las empresas a la hora de determinar los periodos vacacionales y vincularlos a los meses de menor actividad en el sector, una información que en ocasiones se conoce con pocas semanas de antelación y que no puede ser prevista a principios de cada año.
Aunque las organizaciones empresariales están siendo más ‘discretas’ a la hora de exponer sus pretensiones para la firma de un nuevo acuerdo con los sindicatos, más allá de advertir que sus demandas salariales son «inalcanzables» (UGT reclama un alza del 8% en 2025, del 6% en 2026 y del 5% en 2027), sí se está reconociendo que lo que se solicita a los representantes de los trabajadores es que acepten fórmulas para la organización del trabajo que sean más flexibles.
Marcha atrás
La respuesta que UGT y CCOO están dando es alegar que algunos de los temas que se plantean desde la parte empresarial suponen dar marcha atrás a avances que se han venido consiguiendo durante los últimos años y que tienen como finalidad la mejora en aspectos como la conciliación de la vida familiar, y entre esos puntos se señala el de la elección de los periodos vacacionales por parte de los fijos discontinuos en su negociación con las empresas.
Además, José García Relucio hace hincapié en que esta cuestión ha sido conseguida de la mano de una sentencia judicial, por lo que no se van a aceptar retrocesos en esta materia.
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