Día Mundial del Agua

Desalar y reutilizar, claves para atender la demanda de agua

El Club Diario de Mallorca organizó una mesa de expertos para abordar la situación de los recursos hídricos y las acciones necesarias para garantizar el abastecimiento

América Matas, Celso García, Sandra Mayrata, Maria Antònia Julià, Juan Luis Castillo, Maria del Mar Vera, Mar Ferragut y Joan Calafat.

América Matas, Celso García, Sandra Mayrata, Maria Antònia Julià, Juan Luis Castillo, Maria del Mar Vera, Mar Ferragut y Joan Calafat. / Luana C. L.

Maria López

Maria López

Palma

El Día Mundial del Agua que hoy se celebra pretende ser una llamada de atención y de reflexión sobre la situación de un recurso indispensable, escaso y en continua situación de alerta. El Club Diario de Mallorca se ha sumado a esta jornada con la convocatoria de una mesa redonda en la que se abordaron los retos del agua en Balears desde la perspectiva de la administración, el ámbito académico, la empresa privada y las operadoras.

Mar Ferragut, periodista de Diario de Mallorca, fue la encargada de conducir este debate en el que se pusieron sobre la mesa cuestiones clave sobre la gestión de los recursos hídricos en nuestra comunidad. Participaron en el evento Joan Calafat, director general de Recursos Hídricos del Govern balear, Celso García, catedrático de la UIB y doctor en Geografía; Maria Antònia Julià, vicepresidenta de ASAIB, Asociación de Suministradores de Agua de Balears; Juan Luis Castillo, director de zona II de Aqualia; y Maria del Mar Vera Vives, responsable de expansión y desarrollo sostenible de Alcudiamar. 

Recuperación de los acuíferos

El analisis sobre la situación de los recursos hídricos en Balears partió de la actualidad:las lluvias de los últimos días no han sido suficientes para dar un respiro. «Tenemos la sensación de que ha llovido mucho, las reservas de los embalses han subido un 6%, pero en valores absolutos esa es el agua que necesita Palma durante tres días. Cuando el terreno está tan seco, el agua requiere unos 30 días para llegar a los acuíferos», detalló Joan Calafat. Aunque se están dando caudales importantes en sa Costera, 3.000 toneladas/ hora, el mensaje sigue siendo que «no nos podemos relajar, seguimos estando en unos niveles del 34-35 % de reservas en Eivissa y Formentera y a partir del 30% entramos en alerta; y en las islas estamos sobre el 50%. No podemos suponer que se ha arreglado». El panorama descrito por Calafat fue corroborado por Celso García quien también añadió que los datos «son bastante parecidos a la sequía de 2016, estamos sobre el 56%, podríamos llegar al 60%, pero no son cifras para estar contentos. Tiene que llover, los acuíferos están sometidos a sobre explotación, necesitas un periodo húmedo largo de precipitaciones para recuperarlos». 

Contrataciones públicas más flexibles

Partiendo de esta situación, los participantes arrancaron el encuentro analizando los retos de «vivir siempre en alerta», tal y como señaló Maria Antònia Julià. «Nuestro objetivo es la calidad y garantizar el suministro. Hay que dar continuidad a los proyectos, no es trabajo de un día, porque las sequías pueden volver», reflexionó.

Para Juan Luis Castillo una de las principales preocupaciones es cómo se gestiona la demanda. Señaló las dificultades que se derivan de que sean los ayuntamientos los que tengan las competencias en el suministro de agua lo que genera grandes diferencias entre los municipios que sí pueden afrontar inversiones para mejorar sus redes y otros cuentan con infraestructuras obsoletas. Por otro lado lamentó la falta de flexibilidad de las contrataciones públicas, necesarias, a su entender, para «hacer más sencilla la colaboración público privada. La tecnología va cambiando, las empresas vamos innovando, pero la base de los contratos no nos permite hacer cosas que podríamos». Por otro lado Castillo admitió que «tenemos un problema grave, pero tenemos soluciones para mejorar la eficiencia y capacidad para crear recursos. Es un sector maduro que necesita que el marco regulador sea un poco más amable». Maria del Mar Vera combino en que el sector privado afronta los mismos retos aunque con «la posibilidad de resolverlos de forma más rápida, con tecnología, con la desaladora que estamos proyectando, tenemos depósitos para recibir aguas terciarias. Hemos intentado avanzarnos. Más allá de si llueve o no, nos gustaría ser autosufucientes y tener agua de calidad». 

Los participantes en la mesa durante un momento del debate, en el Club Diario de Mallorca.

Los participantes en la mesa durante un momento del debate, en el Club Diario de Mallorca. / Luana C. L.

Reutilizar el agua regenerada

Joan Calafat apuntó que el reto es el equilibrio entre cubrir la demanda y el respeto al medio ambiente. Recordó que uno de los objetivos del plan hidrológico es la recuperación de acuíferos que, por ello, se han convertido también en demandantes. Señaló que la reutilización es pieza clave puesto que se podrían reintroducir en el ciclo del agua del orden de 50 hectómetros cúbicos que ahora acaban en el mar. En este sentido Calafat mencionó que «de media en Balears aprovechamos el 33% del agua que depuramos». También apuntó la necesidad de gestionar el agua de escorrentía para infiltrarla de modo adecuado. Calafat señaló que a pesar de contar con desaladoras, éstas se infrautilizan mientras se siguen explotando acuíferos en mal estado. «La desaladora de Palma está parada y a la de Alcúdia le faltan infraestructuras. En tres o cuatro años esperamos que pueda abastecer a Muro, sa Pobla, Santa Margalida, Pollença y Alcúdia. También estamos planetando la desaladora de Llevant», anunció.

Diferencias de consumo

Desde el ámbito académico Celso García abordó las diferencias de consumo que se dan entre los municipios: «En los turísticos las pérdidas son del 10-12%, pero con consumos netos de 400-420 litros por habitante y día. En cambio, si Artà eliminara sus pérdidas, que son del 60%, consumiría 130 litros por habitante y día». García se mostró partidario de «poner el foco en los grandes consumidores, ver los consumos suntuosos del aeropuerto, autoridad portuaria, urbanizaciones de lujo... Hay que hacer algo con todo esto». 

Una de las cuestiones que se puso sobre la mesa fue la necesidad de ajustar las tarifas del agua Según comentó Calafat, «cuando entramos [en el Govern] nos encotramos una contabilidad del agua catastrófica. El Govern no repercutía sus costes, estaban subvencionando el agua para que no se trasladara a los ayuntamientos. Lo estamos intentando resolver, hacer un precio único del agua para todos los municipios, con un convenio único y que todos sean solidarios». Calafat admitió que los ciudadanos desconocen que el agua tiene tres contabilidades abastecimeinto, alcantarillado y depuración y el canon de saneamiento que es «totalmente deficitario, no basta para hacer inversiones. Cuando hablamos de subir el canon de saneamiento, hablamos de trasladar el coste de un uso ineficiente, con tarifas progresivas que premien a los que hacen un uso eficiente». 

La mesa de debate se cerró con un último turno de intervenciones. Castillo recordó que la empresa privada «tiene la capacidad tecnológica, financiera y de colaboración con las administraciones públicas» y reclamó una vez más «un marco regulador más sencillo». 

«Hay muchos retos y trabajo por hacer, pero el camino está bien planteado y entre todos tenemos que ser parte de la solución», dijo Vera. Por su parte García instó a la administración y a los grandes consumidores «a hacer lo posible por reducir e innovar. Municipios, operadoras, universidad, ciudadanos... todos tenemos que aportar». Julià pidió que «la gestión del agua no sea un argumento de lucha política. Hay que concienciar, actuar y gestionar con responsabilidad de forma conjunta». Finalmente Calafat recordó que «La gestión sostenible es clave para el futuro de Balears, tenemos que hacer un uso responsable, como nuestros antepasados, y empezar ahora»

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