La anciana asesinada por su marido en Puigpunyent iba a firmar la venta de la casa el día del crimen
Benet M.O., que ayer ingresó en prisión, se oponía a la operación inmobiliaria y planeó el crimen durante horas
El hombre agredió a su pareja cinco días antes y había amenazado de muerte a sus hijos

Manu Mielniezuk

La anciana asesinada por su marido en Puigpunyent iba a firmar la venta de la casa el mismo día del crimen. Joana B.F., de 79 años, y su hijo, propietarios del inmueble, tenían hora en la notaria para sellar la operación, explicaron fuentes conocedoras del caso. La oposición del autor del crimen, Benet M.O., de 82 años, a esta operación y el conflicto que mantenía con sus hijos desde hace años desencadenaron el asesinato, según la investigación de la Guardia Civil. Una testigo ha asegurado además que presenció una agresión del hombre a su pareja cinco días antes. La jueza decretó ayer el ingreso incondicional en prisión del acusado, entre otras razones por el temor a que ataque a sus dos hijos, a los que días atrás amenazó de muerte. Ambos se han personado como acusación particular en el proceso abierto a su padre por la muerte de su madre.
Benet M.O. fue puesto ayer por la mañana a disposición del juzgado de violencia sobre la mujer número 1 de Palma. Caminaba encorvado y fue sujetado en todo momento por dos agentes de la Guardia Civil. Ante la magistrada se acogió a su derecho a no declarar. La fiscal y el abogado de los dos hijos reclamaron su ingreso en prisión preventiva sin fianza y la magistrada así lo acordó. El anciano fue trasladado a primera hora de la tarde al centro penitenciario de la carretera de Sóller.
En el auto de prisión, la jueza imputa al hombre un delito de asesinato y desgrana la investigación de la Guardia Civil sobre lo ocurrido el pasado miércoles en la vivienda de la pareja, en el número 22 de la calle Riera de Puigpunyent. Entre las 6:30 y las 6:58 horas de la mañana, el acusado disparó a su mujer con un rifle de caza Ceskoslovenska Zbrojovka, modelo Ag Brno y calibre 30-06. La víctima estaba tumbada en la cama de espaldas y presumiblemente dormida, como adelantó en primicia Diario de Mallorca, por lo que no tuvo ningún posibilidad de defenderse. Fue un disparo certero, ya que el proyectil atravesó el pecho y el corazón de la mujer, que murió en el acto.
Tras asesinar a su pareja, Benet M.O. se disparó a sí mismo en el pecho, causándose unas heridas que solo precisaron puntos de sutura. El hombre contactó entonces con el 112 para avisar de lo ocurrido y, como hizo después ante los médicos del 061 que lo atendieron en su casa, aseguró que había acordado con la víctima suicidarse juntos debido a una grave enfermedad de ella. De ahí que la Guardia Civil barajara inicialmente esta hipótesis, desechada después por los sólidos indicios de que se trataba de un crimen machista planificado.
Los investigadores han recabado evidencias de que el anciano ya había agredido en ocasiones anteriores a su mujer, aunque no constaba ninguna denuncia. La empleada del hogar que tenían contratada ha declarado que el 14 de marzo, cinco días antes del asesinato, presenció cómo Benet M.O. golpeaba a la víctima en la cabeza, llegando a provocarle diversos chichones. Los dos hijos de la pareja, ante estas revelaciones, acusan al hombre de un delito de maltrato habitual.
Amenazas de muerte
La relación de Benet M.O. con sus familiares estaba muy deteriorada. El hombre no tenía ninguna relación con sus hijos, que han declarado haber recibido amenazas de muerte de su padre en los días anteriores al crimen.
La venta de la casa donde vivía la pareja se antoja como el detonante del asesinato. El inmueble donde convivía la pareja es propiedad de Joana B.J. y su hijo y la venta del chalé, que salió al mercado por 850.000 euros, era inminente. Tanto que el día del crimen se habían citado con el comprador en una notaría para cerrar la operación. Benet M.O. se había opuesto abiertamente a esta operación.
La jueza alude también a estas complicada situación como uno de los motivos para encarcelar al anciano. Además de considerar que la nula relación que tiene con sus hijos eleva el riesgo de fuga, considera que existe también un peligro real de que les ataque. El auto hace referencia a las recientes amenazas de muerte recibidas por los hijos, a la gran cantidad de armas de fuego y munición que el anciano tiene en su casa y la inminente venta del domicilio familiar como una peligrosa combinación de que el acusado trate de acabar también con las vidas de sus familiares.
La Guardia Civil ha recabado también evidencias de que el acusado había planificado el asesinato. Entre las 4:43 y las 4:50 horas de la madrugada del miércoles llamó y envió mensajes a su empleada del hogar para pedirle que llamara a sus hijos después de las diez de la mañana para que le fueran a buscar en coche. El objetivo, según los investigadores, era que ambos encontraran a su madre muerta.
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