Paloma Martín, profesora de la UIB: "La charla con las prostitutas no es para romantizar la prostitución, que no es para todo el mundo y desde luego no para nuestras universitarias"

Moderadora del acto organizado por el Comité de Suport a les Treballadores Sexuals, Martín niega que la sesión fomente el proxenetismo y defiende que las alumnas puedan oír voces diversas sobre esta actividad

Paloma Martín, socióloga, profesora de la UIB.

Paloma Martín, socióloga, profesora de la UIB. / MANU MIELNIEZUK

Mar Ferragut Rámiz

Mar Ferragut Rámiz

Palma

Paloma Martín, profesora e investigadora de la Universitat de les Illes Balears (UIB), defiende el acto organizado por el Comité de Suport a les Treballadores Sexuals (CATS) que la UIB acogerá mañana y en el que participarán tres mujeres prostitutas. Martín moderará la charla que, insiste, en ningún caso fomenta el proxenetismo (como han denunciado algunos grupos abolicionistas como el Lobby de Dones) ni persigue "romantizar" la prostitución, una actividad que "no es fácil y no es para todo el mundo", indica, "y desde luego no para nuestras universitarias".

La sesión 'Hablan las prostitutas' ha sido acogida por la UIB y programada dentro de los actos por el 8M. No es la primera vez que la Universitat celebra actos para escuchar la voz de trabajadoras sexuales, recuerda Martín, hecho que no ha generado nunca ningún problema ni polémica hasta ahora (este mismo formato ya se hizo el año pasado, y el anterior fue la propia UIB quien organizó un ciclo de lecturas en el que participaron varias mujeres prostitutas). En el caso de esta sesión de charlas con prostitutas, el CATS (que cuenta con financiación del ministerio de Igualdad) lo ha llevado ya por varias universidades de España. Para esta investigadora, es importante que los estudiantes puedan "acceder a la diversidad" y oír distintas voces, opiniones y experiencias sobre la prostitución.

Martín explica que la perspectiva del CATS, que trabaja en el acompañamiento a las mujeres en prostitución desde un enfoque de derechos y no abolicionista. Actos como el de mañana buscan que se vea esta actividad como "un síntoma estructural de leyes como la de extranjería o la mordaza, de la precariedad laboral, de la dificultad de las mujeres que viven en los márgenes para acceder a trabajos que les permitan salir adelante..." . La idea es "mostrar las violencias" que se generan en este contexto y que sufren estas mujeres, por varios factores, como las normativas municipales, que "empeoran sus condiciones de vida", e incluso a veces también por asociaciones abolicionistas, señala la socióloga, que plantea: "¿Por qué genera tanta incomodidad el trabajo sexual mientras otras formas de explotación, como en la agricultura, los cuidados o la hostelería, no provocan la misma reacción?". Defiende que si lo que molesta es que una mujer decida vender servicios sexuales "pongamos el foco en las violencias estructurales que la llevan a esa situación".

Viñeta de Jaume Carot realizada por el grupo abolicionista As Furias por el acto de mañana con prostitutas

Viñeta de Jaume Carot realizada por el grupo abolicionista As Furias por el acto de mañana con prostitutas / AS FURIAS

"Este debate no busca romantizar la prostitución, pero en un mundo que no es ideal, el trabajo sexual puede ser una alternativa para algunas personas", apunta. "Existe un sector del feminismo que considera inaceptable cualquier forma de trabajo basada en el sexo, pero cuando una mujer se apropia de su sexualidad y la usa como herramienta de trabajo, hablar de prostitución como una opción posible no significa promoverla ni idealizarla", prosigue, "no es una opción fácil y no es válida para todas las personas ni en todas las circunstancias, desde luego no para nuestras universitarias, pero para algunas mujeres sí lo es".

Como profesora del grado de Trabajadora Social, la socióloga cree importante que sus alumnas "entiendan que una prostituta no es alguien a quien deban 'apadrinar' o tutelar, sino una persona a la que hay que escuchar y acompañar en sus demandas de ayuda, ya sea para salir de la prostitución o para afrontar una problema".

Dentro del debate que genera este tema en la sociedad y dentro del feminismo, Martín recuerda que "hay voces muy diversas" y dentro de la misma prostitución "no todas las mujeres que ejercen piensan igual y", se pregunta, "¿cuántos espacios existen realmente para que ellas mismas hablen de sus experiencias y necesidades?

En definitiva, concluye, "este debate no trata de fomentar ningún tipo de trabajo, sino de reconocer una realidad y abrir espacios para que quienes la viven puedan expresarse", zanja la profesora, que recuerda que el CAST es uno de los grupos que ha participado en el título propio de la UIB de Experto Universitario en Intervención Social en Situaciones de Trata de Personas y Prostitución que acaba de finalizar y en el que en los últimos años han participado también otras entidades como Casal Petit, Cruz Roja o Médicos del Mundo: "Lo importante es que el alumno acceda a la diversidad de visiones".

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