Investigan una nueva estafa con casas modulares en Mallorca

Un juzgado de instrucción de Inca investiga una nueva estafa con casas modulares que se empezó a gestar en 2021 y 2022 en la isla. El fraude podría superar el millón de euros y afectar a más de una decena de perjudicados.

Uno de los afectados, un joven mallorquín que sufrió una depresión al percatarse de que le habían estafado más de 50.000 euros y que apenas habían construido nada en su parcela ubicada entre Muro y Can Picafort, asegura que los perjuicios que padece son enormes. "Lo hemos pasado muy mal, la empresa desapareció de buenas a primeras y se desentendió de las obras", reconoce.

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"Yo tuve que pagar por adelantado, me ofrecieron un precio cerrado para construir una vivienda. Solo hicieron el movimiento de tierra y un cordón de hormigón. No hicieron nada más", detalla el perjudicado. Según consta en la querella que interpuso hace dos años a través de su abogado, Antoni Monserrat, el responsable de la empresa Design Modular Haus SLU le presionó de forma incesante hasta concretar el contrato de obra con la excusa de que los precios de los materiales de construcción iban a subir mucho.

Así, en marzo de 2022, firmó un contrato de ejecución de obra en el que se pactó un precio de 265.360 euros, más el 10% de IVA, es decir, 291.896 euros por la construcción de una casa unifamiliar con piscina en un terreno de su propiedad, en Muro.

El querellante realizó diversos pagos, pidió dinero prestado a sus padres e incluso concertó un préstamo hipotecario con un banco por 190.000 euros. En total, abonó más de 63.400 euros y las obras ejecutadas se valoraron en poco más de 13.100 euros, por lo que el perjuicio económico padecido fue de más de 50.000 euros, según su versión.

La querella formulada acusa al administrador y socio único de la empresa de casas modulares, a su pareja y a la sociedad Design Modular Haus SLU de los presuntos delitos de estafa agravada e insolvencia punible agravada. Ambos sospechosos comparecieron hace meses en calidad de investigados ante el juzgado de Inca que instruye la causa, pero se acogieron a su derecho a no declarar.

Otra decena de perjudicados pretenden sumarse al procedimiento, ya que tiempo atrás su caso fue archivado en la jurisdicción penal y derivado a la vía civil. No solo hay casas sin acabar en Muro, también en Palma, sa Pobla o Alcúdia.

"Esta pareja lleva un elevado tren de vida. Han montado otras tres o cuatro empresas, dedicadas al lujo y a los coches de alta gama", explica un afectado.

Según la querella, desde el primer momento el principal sospechoso, el empresario, aparentó una gran solvencia. Se movía en vehículos muy caros. Cuando la obra sufría retrasos, alegaba que la plantilla tenía COVID o estaba de vacaciones. En redes sociales, apareció de crucero en el Caribe, en hoteles de lujo o con caros relojes.

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