La crisis de vivienda en Baleares, una gran barrera para las mujeres víctimas de violencia machista

"El problema de la vivienda en Baleares es tan contundente que impide la recuperación de las mujeres víctimas de violencia machista". La crisis habitacional agravada los últimos años en las islas se ha convertido en una de las principales barreras para las víctimas de violencia de género. Así lo retrata el informe "Mujeres sin casa, calles sin salida", elaborado por la Fundación IRES y el Observatorio Social (OSIB-UIB), con el apoyo del IB-Dona. Un estudio donde se señala que, entre el 2015 y el 2022, ha aumentado en un 120% el número de mujeres que se encuentran viviendo en la calle o en centros de acogida.

Baleares registra una media de 20 mujeres víctimas de violencia de género al día

"Si el acceso a la vivienda estuviera garantizado, muchas mujeres acabarían con un proceso de recuperación de manera más normalizada y saldrían de los recursos de los centros que hoy en día están colapsados", destacan las autoras del informe, Clara Ferragut, Paloma Martín e Isabel Nadal. Las investigadoras señalan que la crisis habitacional en el archipiélago "está mucho más agravada" que en el resto de España y aseguran que la relación entre la exclusión residencial y la violencia machista es bidireccional. Así, la violencia machista puede expulsar a las mujeres de casa, provocando así que se encuentren en riesgo de exclusión residencial, mientras que la propia exclusión también puede dar pie a situaciones de violencia machista.

Baleares, tasas más altas

Según recoge el informe, Baleares lidera la tasa de delitos contra la libertad sexual, se encuentra entre las cinco comunidades autónomas con tasas más elevadas de violencia machista y lideran la lista de comunidades con un acceso a la vivienda más complicado, con precios de compra y alquiler muy elevado.

De esta forma, entre las conclusiones más graves del estudio, destaca que la dificultad de acceder a una vivienda en las islas se convierte en el obstáculo estructural principal en la recuperación de las mujeres que han sufrido violencia machista ya que, con mucha frecuencia, si permanencen en los servicios de acogida, es porque no tienen una alternativa en el mercado residencial.