Sindicatos

UGT-Balears saldrá partido en dos del congreso que hoy comienza

Una alianza entre Servicios Públicos, Metal y Jubilados provoca una fractura con la federación de hostelería y comercio

Pancarta de UGT durante un Primero de Mayo

Pancarta de UGT durante un Primero de Mayo / B. Ramon

Fernando Guijarro

Fernando Guijarro

Palma

La UGT de Balears va a iniciar hoy su congreso regional del que va a salir partida en dos. La alianza entre la federación de Servicios Públicos, la del Metal-Construcción, y su asociación de jubilados va a permitir la elección de un nuevo secretario general para las islas pero a costa de provocar una fractura con la de Servicios, Movilidad y Consumo (dentro de la cual están sectores de la importancia de la hostelería y del comercio). El resultado va a ser una nueva dirección con un apoyo que previsiblemente no va a alcanzar el 60% de la organización.

El choque se produce entre las dos federaciones más potentes de este sindicato en las islas, región en la que es mayoritario, como son la de Servicios Públicos que lidera Miguel Angel Romero, y la de Servicios, Movilidad y Consumo (FeSMC), al frente de la que está José García Relucio.

La primera es la que cuenta con más afiliados, lo que la otorga entre un 44% y un 45% del peso interno, mientras que la segunda se mueve en torno a un 42%. Pero a la hora de hablar de delegados obtenidos en las elecciones sindicales, la federación encabezada por García Relucio dispone de cerca de 3.000 de un total de algo más de 3.800 del sindicato, o lo que es lo mismo, tres de cada cuatro. Este dato es muy importante porque son los delegados los que determinan la negociación de los convenios colectivos.

José García Relucio, de Servicios, Movilidad y Consumo

José García Relucio, de Servicios, Movilidad y Consumo / B. Ramon

La situación de enfrentamiento entre ambos grupos es reconocida por todas las partes, y quedó reflejada en la dimisión del anterior secretario general, Lorenzo Navarro, procedente de la FeSMC, ante las desavenencias que se vivían en el seno de su dirección, lo que ha dado pie a que durante los últimos meses esta organización en el archipiélago haya estado en manos de una gestora.

Deterioro de las relaciones

Un aspecto que se señala desde este sindicato es que la elección de Navarro se produjo en un marco de pacificación interna, con un ambiente de colaboración entre los dos líderes antes señalados.

Sin embargo, se añade que la dirección que acompañó al nuevo secretario general sí venía «viciada» por enfrentamientos anteriores, de los que Lorenzo Navarro «se acabó contagiando», hasta generarse unas tensiones en la convivencia que derivaron en su dimisión.

El problema es que los intentos por conseguir un nuevo consenso de cara al congreso que hoy se inicia, y del que mañana saldrá una nueva dirección para la UGT de Balears, han sido infructuosos, con reproches mutuos respecto a la responsabilidad de este fracaso.

Desde la federación que encabeza García Relucio se reconoce que su exigencia para apoyar al secretario general era que Lorenzo Navarro recuperara el cargo, pero además se asegura que no se ha contado con ellos a la hora de determinar ni el nuevo equipo ni los objetivos que se van a fijar para esta nueva etapa del sindicato. Por su parte, desde la que esta liderada por Romero se afirma que la FeSCM se ha negado a participar en las reuniones encaminadas a buscar una candidatura de consenso.

Miguel Angel Romero, de Servicios Públicos

Miguel Angel Romero, de Servicios Públicos / Mar Sierra

El nombre de la persona que se va a poner al frente del sindicato se está llevando con enorme discreción, más allá de saber que va a contar con el apoyo de Servicios Públicos, Metal y Jubilados, que suman en torno al 58% de la representación interna. Pero desde la de Servicios, Movilidad y Consumo se esgrime que «todos sabemos que el secretario general en la sombra va a ser Miguel Angel Romero». Por contra éste se limita a afirmar que «la democracia es el mejor instrumento para resolver las divergencias».

Un «mal resultado»

Lo que admiten todas las partes es que el resultado de este congreso va a ser «muy malo» para el sindicato, tanto por las tensiones que lo van a acompañar como por el hecho de que la federación con más delegados va a desvincularse de las decisiones que tome la nueva dirección en las islas.

Sobre este punto, se admite que «los trabajadores no entienden de federaciones sectoriales, y lo único que ven son la marca de UGT, que no va a salir bien parada de todo esto».

Un testigo excepcional de esta ruptura va a ser el secretario general del sindicato en el conjunto de España, Pepe Alvarez, que viajará mañana a la isla para asistir a la clausura del congreso.

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