Manuela Cañadas carga contra Idoia Ribas ante el juez y dice que ella está detrás de la querella por acoso laboral en Vox Baleares

La actual portavoz de Vox en el Parlament niega haber presionado en el trabajo a una exasesora del partido

Cañadas declaró ayer al mediodía durante media hora en los juzgados de Palma en calidad de investigada

Manuela Cañadas, portavoz de Vox en el Parlament, llega ayer a los juzgados de Vía Alemania, en Palma.

Manuela Cañadas, portavoz de Vox en el Parlament, llega ayer a los juzgados de Vía Alemania, en Palma. / Guillem Bosch

B. Palau

B. Palau

Palma

La tensión interna en Vox en las islas es más que evidente. Manuela Cañadas, portavoz de Vox en el Parlament, cargó ayer en su declaración judicial contra Idoia Ribas, una de las diputadas díscolas del partido, a la que acusó de estar detrás de la querella en su contra por acoso laboral que interpuso una antigua asesora parlamentaria de la formación ultraderechista a finales de 2024.

La actual portavoz del partido de Abascal en la Cámara balear negó ayer al mediodía ante el juez de Palma haber acosado laboralmente a una exasesora parlamentaria del grupo ultraderechista. Cañadas rechazó de forma rotunda todas las acusaciones de la antigua trabajadora ante el magistrado Antoni Rotger.

La diputada de Vox prestó declaración durante media hora en la sede judicial de Vía Alemania, en Palma, en calidad de investigada. Alegó que Idoia Ribas y Montse Amat, la exmujer de Jorge Campos, estaban detrás de la querella por acoso de la que ahora se defiende.

Según su versión, Idoia Ribas habría utilizado a la antigua asesora parlamentaria con fines políticos con el objetivo de tratar que cesaran a Cañadas. En círculos políticos es manifiesto el enfrentamiento entre ambas diputadas de ultraderecha. De hecho, hace pocos días Cañadas pidió el acta a su compañera Idoia Ribas, después de que esta asistiera a la reunión de críticos contra la Ejecutiva de Santiago Abascal del pasado sábado en Madrid.

La actual líder de Vox en las islas destacó ayer en su declaración ante el juez que la querellante entró a trabajar en el grupo parlamentario de la mano de Idoia Ribas. Según apuntó, fue Ribas quien la nombró asesora parlamentaria. Sin embargo, luego, una vez Cañadas ya se convirtió en la portavoz de la formación en la Cámara balear, fue ella quien la cesó.

La querellada ofreció ayer una versión totalmente opuesta a la de la antigua trabajadora. La diputada de Vox reconoció ante el magistrado que ella despidió a la asesora porque no hacía bien su trabajo. Según aseguró, no le gustaba cómo desempeñaba sus funciones como asesora y por eso la cesó.

Manuela Cañadas, defendida por el abogado Toni Vidal, entró en la sala de los juzgados pasadas las once y media del mediodía de ayer. Minutos después, poco antes de las doce y cuarto, abandonó las dependencias. A su salida, declinó hacer declaraciones a los medios de comunicación.

Dice que le hacía la vida imposible

El magistrado titular del juzgado de instrucción número 8 de Palma, Antoni Rotger, le tomó declaración tras recibir la querella de una exasesora parlamentaria de la formación ultraderechista que acusaba a Cañadas de haberla acosado laboralmente y hacerle la vida imposible, ridiculizándola ante los demás y despreciándola por su aspecto físico. La querellante, que está representada por la letrada Elvira Bauzá, ha precisado tratamiento psicológico debido a un síndrome ansioso depresivo como consecuencia de la situación vivida, según se desprende de la querella.

Manuela Cañadas descartó de forma tajante cualquier situación de acoso y negó las acusaciones de la antigua asesora de Vox.

La defensa anunció que se reserva emprender las acciones oportunas si la causa acaba archivándose.

La querella atribuye a Cañadas una actitud hostil contra la antigua empleada, desacreditándola y difamándola en el entorno político y laboral “con el claro propósito de perjudicar su reputación y evitar que pudiera conseguir otro empleo”. Según la perjudicada, esta situación de acoso y presión continuó incluso después de que fuera cesada de sus funciones.

La querella plantea también que se cite como testigos a Idoia Ribas, Sergio Rodríguez y Agustín Buades, entre otras personas, al considerar que eran “conocedores” de la situación. Precisamente, estos son los tres diputados críticos con la actual dirección del grupo parlamentario, en el caso de Buades ya pasó a ser diputado no adscrito. Además, Idoia Ribas fue citada ayer por la propia Cañadas como la instigadora de la querella por acoso laboral.

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