La exasesora de Vox Baleares que acusa a Cañadas de acoso laboral niega haber recibido presión alguna para denunciar los hechos

La diputada Idoia Ribas rechaza de forma rotunda estar detrás de la querella interpuesta contra la actual portavoz de la formación ultraconservadora en el Parlament y se desvincula del caso

Manuela Cañadas, portavoz de Vox en el Parlament, ayer a su llegada a los juzgados de Vía Alemnia de Palma.

Manuela Cañadas, portavoz de Vox en el Parlament, ayer a su llegada a los juzgados de Vía Alemnia de Palma. / Guillem Bosch

B. Palau

B. Palau

Palma

La exasesora parlamentaria de Vox que interpuso una querella por acoso laboral contra Manuela Cañadas, la actual portavoz de la formación ultraderechista en el Parlament, por presuntamente haberle hecho la vida imposible y desacreditarla ha afirmado que “en ningún momento” ha recibido presión alguna para denunciar los hechos.

“Mi decisión de interponer dicha querella ha sido tomada de manera libre, autónoma y en estricto cumplimiento de la legalidad vigente. Cualquier insinuación o afirmación que sugiera lo contrario es absolutamente falsa y carece de fundamento”, indica en una nota de prensa.

Rechazo categóricamente cualquier intento de tergiversar los hechos”, añade la querellante.

Idoia Ribas

Por su parte, la diputada de Vox Idoia Ribas ha negado estar detrás de la querella interpuesta contra Manuela Cañadas por acoso laboral, después de que esta última declarara este extremo ayer ante el magistrado del juzgado de instrucción número 8 de Palma.

Ribas ha destacado hoy que se trata de una falsedad. “Niego rotundamente haber participado o influido en la interposición de esta ni de ninguna otra querella contra la señora Manuela Cañadas o contra cualquier otra persona del partido político Vox”, ha subrayado la diputada.

Según ha detallado, la querella por acoso laboral fue interpuesta por una extrabajadora del grupo parlamentario de Vox, tras ser despedida por Manuela Cañadas cuando esta última asumió la portavocía,sin que Ribas interviniese en ningún momento ni en el acuerdo para que se produjese dicho despido, ni en la formulación de la posterior querella, ni en la decisión de interponerla”.

Ribas ha descartado rotundamente haber utilizado a la exasesora parlamentaria con fines políticos y se ha desvinculado por completo del caso de acoso laboral.

Mientras, la actual portavoz de la formación ultraconservadora en el Parlament, Manuela Cañadas, negó ayer de forma tajante ante el juez de Palma haber acosado laboralmente a la antigua asesora, así como haberla ridiculizado ante los demás y haberla despreciado por su aspecto físico.

La querella atribuye a Cañadas una actitud hostil contra la antigua empleada, desacreditándola y difamándola en el entorno político y laboral “con el claro propósito de perjudicar su reputación y evitar que pudiera conseguir otro empleo”. Según la perjudicada, esta situación de acoso y presión continuó incluso después de que fuera cesada de sus funciones. La querellante ha precisado tratamiento psicológico debido a un síndrome ansioso depresivo como consecuencia de la situación vivida, según se desprende de la querella.

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