Sebastià Taltavull guarda silencio sobre su futuro como obispo de Mallorca

El prelado prefiere no hacer declaraciones sobre su porvenir en el acto de presentación del local de Stella Maris días después de maniobrar en el Vaticano para conseguir una segunda prórroga

Según ciertas fuentes eclesiásticas, el propio Taltavull desconoce cual será su futuro

El obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, en la inaguración del local de Stella Maris

El obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, en la inaguración del local de Stella Maris / ANA B. MUÑOZ

Pere Morell

Pere Morell

Palma

El todavía obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, ha preferido guardar silencio sobre cuál será su futuro en el acto de presentación de Stella Maris, el organismo de la Iglesia Católica que ofrece servicio pastoral en los puertos. Concluida su prórroga de dos años, el prelado estuvo maniobrando estos días en Roma para ganar todavía más tiempo y conseguir un segundo aplazamiento de su cese forzoso. Asimismo, el menorquín quiso influir en la designación de su sucesor. Sin embargo, según fuentes eclesiásticas consultadas por este diario, el propio Taltavull desconoce cual será su futuro

Taltavull cumplió 75 años el pasado 28 de enero de 2023; al alcanzar esa edad, los obispos deben presentar obligatoriamente su renuncia al Papa, que puede aceptarla o no. En mayo de dicho año llegó la confirmación del Pontífice para que Taltavull continuara por dos años más. En ese momento el aplazamiento fue cuestionado veladamente por el propio Dicasterio de los Obispos, pudiéndose leer entre líneas el malestar generado porque Taltavull se hubiera saltado el canal habitual y hubiera puenteado a este organismo haciendo valer su afinidad con Francisco. El plazo venció cuando el obispo cumplió 77 años.

Taltavull, que suele alojarse en el Colegio Español en Roma, es consciente de que una segunda prórroga de su mandato sería una medida excepcional e insólita. No obstante, entre la mayoría del clero mallorquín se da por hecho que «de momento se queda», y que en modo alguno Roma le va a obligar a dejar el cargo. Sí hay más dudas sobre la extensión de esta prórroga, que podría ser de solo unos meses, para iniciar dentro de este 2025 la ronda de consultas que la Santa Sede siempre hace antes de los nombramientos. Lo que no hay duda es que el obispo quiere dejar su sucesión lo más atada posible, y para ello hará valer su sintonía con Francisco.

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