Entrevista | CEO de Orga AI

Marc Revert, empresario a los 16 años: "En Mallorca no estamos acostumbrados a ver emprendedores tan jóvenes"

Tiene ahora 16 años. Con 15 lanzó su propia startup: Orga AI, una inteligencia artificial que ve, oye y habla, y aspira a ser la alternativa europea a gigantes como ChatGPT

Ahora, compagina los estudios con la dirección de su propia empresa

Marc Revert es CEO de la empresa Orga AI con 16 años.

Guillem Bosch

Irene R. Aguado

Irene R. Aguado

-Fundó su propia empresa, Orga AI, con 15 años. ¿Cómo surgió?

-Todo empezó con Organizoo, una aplicación móvil que programé con 13 años para que los alumnos organizaran sus tareas escolares. Gané un premio de 1.000 euros en un concurso nacional y desarrollé la aplicación, pero el proyecto no fue bien porque no convenció en los centros educativos. Así que lo transformé, aprovechando el auge de la inteligencia artificial, en Orga, que en principio debía ser un asistente para estudiantes. La intención era ayudar con los deberes y exámenes, pero al final es algo mucho más grande. Es una inteligencia artificial que puede ver, oír y hablar contigo en tiempo real, como si fuera una videollamada, y ayudar a las personas con casi cualquier tarea.

-¿Tuvo que dejar los estudios?

-No, sigo estudiando. Dejé la formación presencial en el IES Politècnic y ahora compagino el trabajo en mi empresa con los estudios equivalentes al Bachillerato en un instituto americano online.

-¿Tiene empleados?

-No me gusta llamarlos empleados. Son mis compañeros, mi equipo, son talentos... Somos nueve personas, entre actores de doblaje, investigadores, desarrolladores y CEO. La mayoría son jóvenes, aunque ninguno más que yo (ríe). Queremos contratar más en las próximas semanas.

«Es más difícil convencer de que mi proyecto es válido porque me ven muy joven»

-¿Tener su edad es una ventaja o un inconveniente en el mundo empresarial?

-Depende. Cuando hago entrevistas de trabajo hay gente que no se cree que yo sea el fundador, o piensan que el nuevo socio es mi padre. Creo que es más difícil convencer a las personas de que mi proyecto es válido porque me ven muy joven. Muchas veces contactaban con el cofundador, que tiene doce años más que yo, pese a que yo soy el que se encarga de los asuntos de negocios. Parece que piensan que solo soy una imagen de cara al público, y que hay alguien detrás que me ayuda. Nada más lejos de la realidad. He conocido a empresarios de otros países igual de jóvenes que yo, pero supongo que aquí la gente no está acostumbrada a verlo.

-Ser tan joven también tendrá un lado positivo.

-Sí, algunas personas del ámbito empresarial o directivos contactan conmigo y me dicen que tengo mucha proyección. Entiendo que es algo que se sale de lo normal, pero estoy seguro de que muchos jóvenes llegarían a hacer esto, y mucho más, si dispusieran de los recursos y las condiciones adecuadas para hacerlo.

-¿De dónde saca el dinero un joven de 15 años para fundar una empresa?

-La inversión para constituir la sociedad limitada fue de 100 euros, y los gastos iniciales fueron mínimos. Poco después de empezar a programar Orga conocí al que se convertiría en mi primer socio, y los dos trabajamos durante meses sin beneficios económicos para sacar adelante el proyecto. Microsoft, que tiene programas para ayudar a startups, nos ayudó con los servidores, y después de arriesgarnos con esta idea hemos atraído a varios inversores. Mis padres no son ricos, solo tuvieron que ayudarme en los inicios con el alquiler de un coworking para que tuviera un espacio de trabajo. La verdad es que le dedico casi todo mi tiempo, mira estas ojeras...

«No he encontrado apenas inversores para mi ‘startup’ en Baleares, pese a que lo he intentado»

-¿Qué diferencia a Orga de ChatGPT?

-En ChatGPT hay que pagar una suscripción mensual de veinte dólares para que pueda ver, oír y hablar; Orga hará lo mismo de forma gratuita. Además, el acento de ChatGPT está ‘americanizado’, mientras que en Orga trabajamos con actores y actrices de doblaje que graban durante horas en varios idiomas. Pero la diferencia más importante se verá en las conversaciones: ChatGPT es parecido a un walkie-talkie, tú le hablas, él responde. Orga es capaz de reconocer el entorno de la videollamada y generar conversaciones más naturales, cercanas y dinámicas, incluso puede interrumpirte si quiere añadir algo o cree que ya ha entendido el mensaje que quieres darle. Es mucho más humano.

-¿Cuándo estará disponible?

-Primero lanzaremos Orga Platform, un producto que hemos creado específico para empresas, y después la aplicación para el público general, que será gratis con opciones de pago que ofrecerán más funcionalidades. La idea es que Orga Platform esté disponible en tres meses, aproximadamente. Nos encantaría presentarlo en Palma con una pantalla gigante.

-¿Cómo aprendió a programar tan joven?

-La programación me interesa desde niño. He aprendido por mi propia cuenta con cursos online que hacía en las vacaciones de verano. He tenido muchos proyectos entre manos hasta llegar a este, antes de ser mi trabajo era mi hobby.

-¿Cuáles son sus próximos pasos?

-De momento lanzar Orga, que todavía se está perfilando. De hecho, para el futuro nos planteamos que tenga una función para realizar llamadas en el plan de pago. Es decir, que la inteligencia artificial llame por ti, por ejemplo, a un comercio para hacer un pedido, y después te resuma la conversación. Una vez en el mercado, queremos que Orga llegue por lo menos a 43 países. El objetivo es posicionarnos como una alternativa europea frente a gigantes como OpenAI.

-Ha cerrado la primera gran inversión en su empresa.

-Sí, ha sido una inyección económica muy importante, de 350.000 euros, del empresario Julio Roldán, que ha pasado a ser co-CEO de Orga AI. Estoy contento de haber topado con una persona igual de inquieta que yo, que me apoya y que me aporta su experiencia. Hay más inversores interesados, la pena es que no he encontrado en Balears, pese a que lo he intentado.

-¿La inteligencia artificial acabará sustituyendo a los humanos?

-No, porque nosotros somos los que decidimos. La inteligencia artificial se comportará como los humanos le ordenemos, aunque quizá haga falta intervención de los estados para que no se nos vaya de las manos. Lo que ocurrirá seguro es que las profesiones se transformarán, se generarán nuevos empleos y desaparecerán otros, pero eso es ley de vida. Los periódicos antes se hacían con máquina de escribir y ahora con ordenadores... Quién sabe qué pasará en el futuro.

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