El jurado declara culpable a Ali Khouch de asesinar a su mujer embarazada y a su hijo de siete años en sa Pobla

El fiscal ha mantenido su petición de pena de prisión permanente revisable y otros 25 años de cárcel por el doble crimen

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Redacción Digital

El jurado acaba de emitir su veredicto en la Audiencia de Palma. El tribunal popular ha declarado hoy culpable a Ali Khouch de asesinar a su mujer Warda Ouchene, de 28 años y embarazada de 21 semanas, y al hijo de ambos, de siete años, en el domicilio familiar en sa Pobla la noche del 16 de mayo de 2021.El fiscal ha mantenido su petición de pena de prisión permanente revisable y otros 25 años de cárcel para el acusado, de 39 años y origen marroquí, por dos asesinatos, uno de ellos en concurso con un delito de aborto. Se trata del primer caso en la historia judicial de Baleares en el que se solicita la condena de prisión permanente revisable.

El sospechoso ha escuchado el veredicto cabizbajo e impasible en la Audiencia de Palma, como durante la mayor parte de las seis sesiones que se ha prolongado la vista oral. Lleva más de tres años y medio preso, desde que cometió el doble crimen machista que conmocionó a la isla.

En unos días, está previsto que la magistrada presidenta del tribunal dicte sentencia y fije la condena a imponer a Ali Khouch, siguiendo el criterio y el veredicto alcanzado hoy por los miembros del jurado popular. El tribunal quedó incomunicado el pasado miércoles a primeras horas de la tarde y continuó todo el jueves deliberando.

Los hechos enjuiciados tuvieron lugar hacia las once de la noche del 16 de mayo de 2021, según el fiscal. El acusado se enzarzó en una discusión con su mujer, Warda Ouchene, en el domicilio familiar situado en la calle Santa Catalina Thomàs de sa Pobla.

El hombre cogió un cincel y le propinó un golpe en la cabeza a la mujer, tras lo que forcejeó con ella y la estranguló. Fue, sostiene la acusación, “una muerte agónica”. Ali cometió el crimen ante el hijo que tenían en común, un niño de siete años al que también estranguló.

Tras los asesinatos, el encausado cerró la puerta con llave y se marchó de sa Pobla a Palma. Al día siguiente, hacia las cuatro de la tarde, envió un mensaje a uno de los hermanos de su mujer avisando de que Warda estaba muerta en casa. La alerta movilizó a sus parientes y a los servicios de emergencias. Luego, llamó a la central de la Guardia Civil para confesar los hechos y entregarse en Palma. Desde entonces, permanece privado de libertad.

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