Prohens y Vox aún se gustan (y se necesitan)

La presidenta del Govern afronta el nuevo año político asumiendo su minoría absoluta, mientras Vox mantendrá "distancia máxima" con su "socio natural" hasta que el Partido Popular "pierda el miedo y tome decisiones valientes". Todo mientras Gabriel Le Senne mantiene su cargo con el beneplácito del PP.

Gabriel Le Senne y Marga Prohens

Gabriel Le Senne y Marga Prohens / CAIB

Guillem Porcel

Guillem Porcel

Marga Prohens y Vox aún se gustan pese al divorcio exprés rubricado a finales del año pasado con la caída de los últimos presupuestos. La líder del PP ha asumido que es una presidenta en minoría absoluta mientras Vox mira con ojos iluminados su crecimiento en las encuestas. Ambos han visto Los años nuevos y se están dando una nueva oportunidad en el curso político que ahora se inicia. Aunque lo más relevante es que se necesitan, sobre todo los populares, quienes están obligados a pactar con los de Santiago Abascal la mayoría de las medidas que quieren poner en marcha, desde las bajadas de impuestos hasta las medidas en materia de vivienda, debido al rechazo frontal de la izquierda. Porque en el Parlament balear, como en el Congreso, se cumple la misma situación: existe una mayoría clara de derechas. Lo que ocurre en Baleares es que, a diferencia de Madrid, no existe una mayoría anti-Vox. "Respeto muchísimo a Vox [...] Esa mayoría del cambio formada por el PP y Vox en Balears sigue existiendo", resumía ayer la dirigente autonómica en El Confidencial.

La portavoz de Vox en el Parlament, Manuela Cañadas, volvía ayer al ruedo después de su actuación estelar en el último pleno de 2024 en el que acusó al PP de "ser el cáncer de España junto al PSOE", además de "engañar a sus votantes y vender sus principios, asumiendo el lenguaje y las tesis de la izquierda". Para mantener el tono bravo comenzó su alocución avisando a los populares de que "hasta que no cambie de actitud, tendremos distancia máxima", si bien el discurso fue modulándose a medida que iba pronunciándolo, hasta rebajar la tensión para pedir a los populares se replanteen su estrategia: "Pedimos al PP que pierda el miedo y tome decisiones valientes y piense en el cambio real. Su socio natural somos nosotros, tienen que llegar a un entendimiento si quieren estabilidad y alcanzar el final de la legislatura".

Momentos antes del mensaje reconciliatorio, Cañadas volvió a insistir en que el PP les "engañó" durante las negociaciones de los presupuestos con la cuestión lingüística, y emitió una alerta que hasta ahora Vox había mantenido únicamente en bajo perfil: "En materia de vivienda no vemos avances ni soluciones inmediatas".

"Seguimos como siempre"

El portavoz del PP, en cambio, se mostró más sereno respecto a Vox. Sebastià Sagreras recordó, como quien habla ante el espejo, que "seguimos como siempre, en minoría, con un Govern en solitario" y, una vez convencido de la minoría absoluta, se mostró dispuesto a hablar "con todos" y abierto a llegar a acuerdos "con todos los partidos". La hoja de ruta del PP de Marga Prohens no ha cambiado aparentemente desde el año pasado, por lo que los populares negociarán "iniciativa a iniciativa" y se centrarán en adoptar medidas en vivienda, transformación del modelo turístico y conciliación.

Y, sobre todo, reivindican que "atajaremos el problema de la inmigración ilegal" mientras reclaman "altura de miras a los diferentes grupos, que dejen el debate estéril y se arremanguen para poder llegar a acuerdos que beneficien a los ciudadanos de nuestras islas".

Siguiendo el ejemplo de Donald Trump, Vox confía en que el rechazo a la inmigración, también en Balears, acompañado de un endurecimiento de su discurso, les acabe beneficiando a medio y largo plazo. El mundo cambia de paradigma, los países se repliegan y los de Santiago Abascal aprovechan para enviar un mensaje a los ciudadanos: Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez aplican las mismas políticas. Cañadas lo resumía ayer con un "el bipartidismo PPSOE debe morir por el bien de todos los españoles" en la red social de Elon Musk. Prohens de momento mantiene un discurso contundente contra la inmigración irregular que tapa fugas a Vox. "Reclamo toda la ayuda de la UE que el Gobierno se niega a pedir. Hay que proteger nuestras fronteras y actuar en origen", sintetiza la presidenta en la citada entrevista.

Votando juntos

PP y Vox siguen votando juntos para beneficiarse mútuamente. Gabriel Le Senne seguirá como presidente del Parlament, a pesar de que Prohens podría forzar su cese si finalmente este acaba en el banquillo ya que el artículo 9 del reglamento de la Cámara prevé esta posibilidad. "Los diputados y las diputadas quedarán suspendidos en sus derechos y deberes parlamentarios cuando, una vez el auto sobre su procesamiento sea firme o se dicte el auto de apertura de juicio oral, el Pleno de la cámara así lo acuerde, por mayoría absoluta", reza el texto.

Prohens le mantiene blindado en su cámara acorazada hasta que no pueda seguir sosteniéndole y zanja la cuestión ante los medios con un "el grupo parlamentario popular se pronunciará cuando lo tenga que hacer" porque el procedimiento judicial "se encuentra todavía en una fase de instrucción". Todo remachado con "la valoración de los hechos ya se hizo en su momento", en referencia a cuando censuró su actitud pero le mantuvo en el cargo. La caída de Le Senne con los votos del PP rompería todos los puentes entre partido, y ambas formaciones trabajan con ese escenario. A cambio, la presidenta del Govern recibió una buena noticia: no tendrá que comparecer ante el Parlament a petición del PSIB-PSOE para explicar la "incertidumbre política y la caída de los presupuestos", así como la falta de una mayoría suficiente.

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