Prohens podrá forzar el cese de Le Senne si le abren juicio oral

El reglamento del Parlament establece la posibilidad de expulsar al dirigente de Vox como diputado y apartarlo de la presidencia si finalmente acaba en el banquillo de los acusados

Marga Prohens, hoy en el Parlament junto a Gabriel Le Senne.

Marga Prohens, hoy en el Parlament junto a Gabriel Le Senne. / Guillem Bosch

Andrés Martínez

Andrés Martínez

La presidenta del Govern, Marga Prohens, podrá forzar el cese del presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, si finalmente este acaba en el banquillo por destrozar en público la foto de tres de Les Roges del Molinar, entre ellas Aurora Picornell, uno de los grandes iconos de la represión franquista en Mallorca. Una posibilidad que viene recogida en el propio reglamento de la Cámara y que requiere del respaldo de la mayoría absoluta (30 escaños), por lo que el voto de la líder del Ejecutivo y del resto de diputados del PP podría volver a ser clave para expulsar o blindar al dirigente de Vox en el cargo.

De esta forma, el artículo 9 del reglamento del Parlament establece lo siguiente: "los diputados y las diputadas quedarán suspendidos en sus derechos y deberes parlamentarios cuando, una vez el auto sobre su procesamiento sea firme o se dicte el auto de apertura de juicio oral, el Pleno de la cámara así lo acuerde, por mayoría absoluta”. Si finalmente Le Senne  tiene que sentarse en el banquillo de los acusados para defenderse de la acusación de un delito de odio, el pleno de la Cámara podría forzar al ultraconservador a dejar su escaño de diputado, obligándole también a tener que abandonar el cargo de presidente del Parlament.  

En este sentido, para que esta situación saliera adelante se necesita el apoyo de la mayoría absoluta. Cabe señalar que el conjunto de los grupos de la izquierda suman 25 diputados en la Cámara, por lo que el voto favorable del PP sería imprescindible para que Le Senne acabe siendo cesado. 

Si finalmente el juez acuerda la apertura de juicio oral, esta sería la segunda ocasión donde los populares deberán decidir si mantienen al ultraderechista como segunda máxima autoridad de Baleares tras los hechos ocurridos en el pleno del 18 de junio de 2024. Así, en septiembre del año pasado el PP optó por blindar a Le Senne en el cargo tras abstenerse en la remoción presentada por la izquierda. 

El Govern, a la espera

Por su parte, el Govern no pretende forzar más la cuerda y por ello no tiene previsto, al menos de momento, solicitar su dimisión. Así lo explicó ayer el portavoz del Ejecutivo, Antoni Costa, quien insistió en que "van a respetar  las decisiones judiciales, tanto las que expresa el fiscal, como las que realice el juez”.

Para Costa, el futuro judicial que afronta Le Senne no es un tema que debe afectar a la gestión política que desarrolla el Govern y, por tanto, no piensan adoptar ninguna decisión.

El juez ve delito de odio

Cabe recordar que el juez del juzgado de instrucción número 1 de Palma, Juan Manuel Sobrino, ha decidido seguir adelante con la denuncia contra el presidente del Parlament al entender que existen indicios suficientes para considerar que los hechos pueden ser “constitutivos de un delito de odio”.

El magistrado considera, a diferencia de lo que opina el fiscal, que el presidente del Parlament no se limitó solo a rasgar la imagen de las mujeres asesinadas, sino que a continuación rompió en pedazos la fotografía y los arrojó al suelo. A su juicio, la actuación de este representante público lesionó la dignidad de las víctimas, por lo que su reacción encaja en el delito de odio.

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