Una víctima de violencia de género en Mallorca: “Me quiso tirar por la ventana. Un día antes de que me pegara, me violó”

El acusado, que se enfrenta a una petición de condena de 14 años de prisión, ha negado los cargos: “Soy incapaz de forzar a alguien, no es verdad lo que ella ha dicho”

“Él decía que yo era su mujer, que me tenía que acostar con él por huevos”, ha declarado la perjudicada en el juicio en la Audiencia de Palma

El acusado, al inicio del juicio celebrado hoy en la Audiencia de Palma.

El acusado, al inicio del juicio celebrado hoy en la Audiencia de Palma. / B. P.

B. Palau

B. Palau

Le denuncié porque me intentó quitar la vida, tirarme por una ventana. Un día antes de que me pegara me violó. Yo estaba muerta en vida”. Una víctima de violencia de género ha acusado hoy en el juicio en la Audiencia de Palma a su entonces pareja de maltratarla, amenazarla y agredirla sexualmente en el domicilio que compartían en Inca en noviembre de 2019.

“Me paré con una compañera de trabajo para que me ayudara a salir de esa casa. Él me llamó por teléfono un par de veces y le dije que me dejara en paz. Me dijo cuando llegues a casa te vas a enterar. Subí a casa, él me estaba esperando, me cogió de la coleta, me metió en el baño, me estrelló en la bañera, me dio puñetazos en la cabeza. Como pude salí del baño a la cocina y él me estrelló contra los platos. Empecé a chorrear sangre. Me quiso tirar por la ventana”, ha asegurado la mujer ante el tribunal de la sección primera.

El día antes, abusó de mí. Yo no le quería hablar, él me insultaba, me decía puta, guarra, no vales para nada, me tiraba la comida al suelo. Ese día, llegué de trabajar, me duché, me tenía hecha cachos psicológicamente. Me metí en la cama sobre las ocho y media de la tarde. Él esperó a que el compañero de piso se marchara de casa y entonces se metió en mi cama. Yo le dije que no. Él se echó en lo alto. Decía que yo era su mujer, que me tenía que acostar con él por huevos. Yo le decía que me daba asco, que no quería estar con él. Esa persona es agresivo total. Yo sabía que me iba a matar. Me decía si me dejas yo te mato. Me forzó y me hizo muchísima fuerza. Estuve varios días sangrando, tendría que haber ido al hospital”, ha reconocido la perjudicada.

A los dos días de llegar a Mallorca, él empezó a maltratarme verbalmente. Los compañeros de casa oían insultos. Me maltrataba psicológicamente. La primera vez, me pegó dos puñetazos. Eso fue tras una discusión porque me quería tocar. Yo no le hablaba”, ha recordado.

“Yo hacía las tareas del hogar. Me hinché de llorar la primera vez que llegué a Mallorca. Me metió en una casa que se caía a cachos. Me insultaba y me decía que le tenía que hacer la comida. Me decía que por eso están las mujeres, para hacer las tareas de la casa, que él era mi marido. Que para eso estamos nosotras aquí”, ha señalado la mujer recalcando su actitud machista.

“Él me ha arruinado la vida. Hasta que he levantado cabeza, me ha dejado muy mal este hombre”, ha concluido la perjudicada.

Niega los cargos

En cambio, el procesado, que se enfrenta a una petición de condena de 14 años de prisión, por agresión sexual, amenazas y lesiones, ha negado los hechos en rotundo. “Soy incapaz de forzar a alguien, no es verdad lo que ella ha dicho”, ha recalcado.

Es mentira que le pegara dos puñetazos. No es verdad que la violara, soy incapaz. Eso se hace consensuado. Jamás ha habido una obligación. No es verdad lo que ella ha dicho. De cuando ya discutimos, ya llevaba un tiempo que no teníamos relaciones. Yo estuve en la isla dos semanas. No había conexión, pero no había discusiones”, ha relatado el hombre.

“Yo vivía en Fuengirola bien. La tarde que la llamé por teléfono era para decirle que yo me iba que me iba a Fuengirola porque aquí no tenía trabajo remunerado. No tenía aquí conocidos ni infraestructura, por eso decidí irme. Normalmente estábamos bien”, ha admitido el sospechoso.

“Cuando le dije que yo iba a regresar a la península, empezamos a discutir y ella me dio un puñetazo en la boca por el que perdí un diente. Yo le cogí la mano para defenderme. Todo ocurrió dentro de la casa, nada ocurrió afuera. Hubo un forcejeo cuando ella me atizó. Al ver que le cogía las manos se fue corriendo hacia abajo. No la cogí del cuello en ningún momento. No sé cómo se causó el corte, supongo que del golpe que me pegó en el diente”, ha manifestado el hombre.

“Me gusta la diplomacia. Yo insultos, vejaciones y malos tratos, ninguno, de ninguna clase. No soy machista, para nada”, ha hecho hincapié el acusado.

“No recuerdo la última relación sexual, creo que fue unos días antes de los hechos. Fue consensuada, había interés por ambas partes. Tras el acto sexual, creo que ella estuvo preparando la cena, nos acostamos juntos luego”, ha explicado al final de la vista oral.

Un compañero de piso de ambos ha confirmado que las discusiones de la pareja eran constantes. “En parte las discusiones eran por su conducta machista. Si no estaba la comida preparada, ya había bronca. Agredir no, pero sí discutían”, ha rememorado.

El testigo ha indicado que él la amenazaba y que ambos eran muy mentirosos. “Un día yo estaba con la tablet, cuando vi que la cogió del cuello y me daba la impresión de que la iba a tirar por el patio interior. Antes de que pasara nada, los separé. Ella estaba pegada a la barandilla del patio y forcejearon. Ella estaba más acorralada. Vi que ella se había cortado, un corte superficial. Cuando ya llegó la Policía, me fui de la casa tranquilo, porque llegaba tarde al trabajo”, ha relatado el hombre a través de videoconferencia.

Los policías que acudieron al domicilio han coincidido al detallar que el hombre no opuso resistencia a ser detenido en el piso en Inca y que la mujer les esperaba en la calle muy nerviosa y llorando.

El caso ha quedado visto para sentencia, después de que las acusaciones solicitaran que el procesado sea condenado y la defensa haya pedido su libre absolución.

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