El acusado del doble crimen de sa Pobla: “Me siento destrozado por dentro por todo lo que he hecho”

El fiscal mantiene la petición de pena de prisión permanente revisable y otros 25 años de cárcel para Ali Khouch

La defensa solicita doce años de prisión por dos homicidios y aborto con las atenuantes de drogadicción y confesión

El acusado del doble crimen de sa Pobla, Ali Khouch

El acusado del doble crimen de sa Pobla, Ali Khouch / Ana B. Muñoz

B. Palau

B. Palau

Me siento destrozado por dentro por todo lo que he hecho. Pido perdón a todos”. Ali Khouch, el acusado del doble crimen de sa Pobla, ha pedido disculpas a la magistrada, al jurado popular y a todo el mundo por sus actos en el turno de la última palabra hoy al mediodía durante el juicio en la Audiencia de Palma.

Sabía que mi mujer estaba embarazada”, ha reconocido al final de la vista oral el acusado, que se enfrenta a una petición de pena de prisión permanente revisable y otros 25 años de cárcel por dos delitos de asesinato y otro de aborto por matar a su esposa, Warda Ouchene, de 28 años y embarazada de 21 semanas, y al hijo de ambos, de siete años, en el domicilio familiar en sa Pobla la noche del 16 de mayo de 2021.

El fiscal Julio Cano ha mantenido esta mañana la petición de pena de prisión permanente revisable y 25 años de cárcel para Ali Khouch, quien ha permanecido cabizbajo y ausente durante todas las sesiones del juicio.

El ministerio público ha modificado sus conclusiones en pequeñas cuestiones durante la sexta sesión del juicio con jurado popular que se celebra en la Audiencia de Palma. Ha incorporado la circunstancia atenuante de colaboración con la Justicia por parte del sospechoso y ha incrementado la indemnización para los familiares de las víctimas.

La acusación particular ha fijado la responsabilidad civil en cerca de 800.000 euros para los padres y hermanos de Warda y ha acusado a Ali Khouch de dos asesinatos, aborto y un delito de maltrato habitual. Según el abogado de la acusación Pablo Juanico, Warda tuvo “una muerte agónica, lenta y con mucho padecimiento”. Su hijo, “no pudo defenderse”. Y el acusado “no ha pedido perdón ni muestra arrepentimiento”.

La Abogacía de la comunidad autónoma, que ejerce la acusación popular, ha coincidido con los argumentos del letrado de la familia. Ha rechazado las atenuantes de confesión y drogadicción y ha recalcado que la prueba incriminatoria contra el encausado es amplia y abrumadora.

Por su parte, el abogado defensor, Miquel Àngel Ordinas, ha solicitado una condena de doce años de cárcel por dos delitos de homicidio y otro de aborto con las atenuantes muy cualificadas de drogadicción y confesión.

“Desde 2007, el acusado consume alcohol y drogas: cocaína, morfina y heroína. Ha tenido ingresos hospitalarios por intentos de suicido. El día del crimen consumió grandes cantidades de cocaína y alcohol. Tenía sus capacidades afectadas. Sabía que ella estaba embarazada”, ha reconocido el defensor.

“Ali contactó con el hermano de Warda y le confesó en un mensaje que los había matado. Luego, contactó con Guardia Civil y Policía Nacional y confesó los hechos y su ubicación. Ha colaborado con la investigación policial y judicial”, ha destacado Ordinas. “Confesó ser el autor de los hechos antes de que la investigación se hubiera iniciado. Nadie tenía conocimiento de las dos muertes cuando él avisó”, ha insistido la defensa.

‘Ser drogadicto no es un cheque en blanco’

El fiscal, en el trámite de informes, ha descartado de plano la atenuante de toxifrenia. “No hay prueba en absoluto de la atenuante de drogadicción. Ser drogadicto no es un cheque en blanco para cometer delitos. No hay ninguna prueba de que ese día había consumido drogas. Lo que sí que sabemos es que condujo un coche de Palma a sa Pobla sin ningún problema; a las diez de la noche habló con el padre de Warda y este no notó nada raro; llamó a un taxista, pasada la medianoche; bajó el solo en coche a Palma; eso no denota que se encontrara mal o afectado por las drogas. No hay ninguna prueba de que ese día había consumido estupefacientes. Cuando lo detuvieron, los policías lo vieron totalmente normal”, ha enfatizado el fiscal.

“Ante unos hechos tan tremendos, cualquier persona trata de buscar una justificación. No es posible. No hay ninguna justificación, no hay ninguna razón”, ha recalcado el fiscal superior de Baleares Julio Cano, quien ha pedido al tribunal popular que haga justicia. tanto para la víctima, que ya no está, como para sus familiares.

La intención evidente del acusado es de matar desde el principio, está claro. No hay heridas defensivas en las víctimas. Fue un ataque totalmente sorpresivo. Warda estaba viva tras el primer golpe que recibió en la cabeza con el cincel y el acusado luego la estranguló”, ha indicado el fiscal.

En la génesis de este asesinato hay una situación de dominación, que colocaba a Warda en una situación de dependencia y sumisión. Primero fue la muerte de Warda y luego la del niño. También fue estrangulado. No tuvo posibilidad de defenderse por la diferencia de fuerza, por parte de su progenitor. Es inimaginable para un niño que vaya a ser asesinado por su propio padre. Eso le colocó en una situación de indefensión total”, ha recalcado Cano.

La acusación particular ha coincidido con el fiscal: “Primero mata a la madre y elimina la principal y única barrera de defensa que le quedaba al niño. La muerte del hijo fue más fácil por la diferencia física entre el padre y su hijo. Necesitó menos fuerza para matar al niño. No hubo posibilidad de defensa. El ataque fue sorpresivo. El menor intentó huir de su padre, pero no tuvo tiempo”.

El abogado Pablo Juanico ha rechazado la atenuante de confesión. “Estos crímenes no los ha resuelto el acusado, los ha resuelto la ciencia”, ha alegado el abogado. “Él no se acuerda de nada de los hechos, pero se acuerda que ese día consumió 4,5 gramos de cocaína. Se ríe de nosotros”, ha criticado.

“Solo ha confesado lo inevitable, no ha aportado nada, no contribuyó a la causa. Los hechos son brutales, han marcado a la sociedad, han marcado a la familia, pero esta historia no ha acabado. Esa historia debe acabar ahora con una pena de prisión permanente revisable, ese es el final de esta historia”, ha concluido el letrado.

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