Nuevos currículos de Educación en Baleares: Niños libres de pantallas hasta los 6 años
Los borradores fundamentan la restricción en que "la exposición continuada a dispositivos electrónicos durante las primeras etapas de vida puede afectar negativamente el desarrollo integral de los niños, especialmente en aspectos clave como la atención, la socialización, el desarrollo emocional e incluso la salud física"

Varios estudiantes, en clase con sus ordenadores / Elisenda Pons
Uno de los aspectos fundamentales de los nuevos currículos eductivos que plantea Educación es limitar el uso de dispositivos tecnológicos en las aulas. En Infantil es donde Educación ha sido más tajante, restringiendo el uso de pantallas al último curso de Infantil (6º de Infantil, cuando los niños tienen cinco o seis años) y no antes. A partir de 6º de Infantil los docentes sí podrán utilizar estos dispositivos en clase, pero no podrá haber un uso 'alumno-pantalla' (que cada estudiante utilice su propia 'tablet' o Chromebook).
Los borradores de los currículos (aún han de pasar por toda una ronda de consultas y puede haber modificaciones) inciden y repiten mucho la idea de que la competencia digital es clave, pero que se puede integrar sin usar necesariamente y de forma intensiva dispositivos tecnológicos (esta idea va en concordancia con el informe confeccionado por los expertos convocados por el Govern para mejorar los resultados educativos de Baleares). Cabe recordar además que entre las familias también estaban surgiendo iniciativas para al menos reflexionar sobre cómo se están utilizando las pantallas en las escuelas.
En el caso de Infantil, los autores de los currículos señalan "el uso excesivo de tecnologías digitales desde la primera infancia" como uno "de los retos a los cuales se enfrenta la sociedad actual". El texto alerta de que "la exposición continuada a dispositivos electrónicos durante las primeras etapas de vida puede afectar negativamente el desarrollo integral de los niños, especialmente en aspectos clave como la atención, la socialización, el desarrollo emocional e incluso la salud física". Es por ello, que el equipo de Ordenación Educativa que ha redactado los currículos considera que es necesaria "una reflexión urgente sobre los hábitos tecnológicos para establecer pautas claras que equilibren el uso de las tecnologías con actividades que promuevan un crecimiento saludable y equilibrado".
Ante el uso creciente de dispositivos digitales como herramienta de aprendizaje, tanto dentro del aula como fuera, Educación ve necesario "diferenciar el tratamiento de la competencia digital del uso generalizado de las pantallas". Se defiende que lograr la competencia digital implica que los alumnos aprendan a emplear los dispositivos digitales pero "de manera progresiva, adecuada en su edad y momento madurativo, y siempre con el objetivo de adquirir conocimientos que impulsen su proceso de aprendizaje". Además, advierte el texto, el trabajo con estas herramientas, señalan, "no tiene que ir en detrimento de la adquisición de las destrezas esenciales" como "la lectura, la escritura, la capacidad lógico-matemática, la práctica de la atención, la creatividad o la manipulación directa".
Es por ello, que Educación ve "esencial" garantizar que las tecnologías digitales en los centros escolares se utilicen de forma "limitada" y con sentido: "Siempre y cuando favorezcan el desarrollo cognitivo, emocional y social de los alumnos". Por este motivo, el futuro decreto "tiene por objeto restringir el uso de las tecnologías digitales al último curso del segundo ciclo de Educación Infantil, exclusivamente por parte del docente, y solo cuando responda a una finalidad claramente justificada, alineada con los objetivos pedagógicos establecidos y de manera puntual o excepcional".
Los currículos miran también a los hogares ya que subrayan como "fundamental" que haya una "responsabilidad compartida entre los educadores y las familias establecer pautas claras para un uso saludable y constructivo de las tecnologías digitales, que promueva valores éticos y competencias digitales que permitan a los niños desarrollarse como ciudadanos responsables, críticos y participativos en la sociedad digital".
Primaria
En el caso de Primaria, los currículos no establecen restricciones, pero sí insisten en esa idea de desvincular la competencia digital del uso intensivo de dispositivos. Se define la competencia digital como "el uso seguro, saludable, sostenible, crítico y responsable de las tecnologías digitales para el aprendizaje, para el trabajo y para la participación en la sociedad", una competencia que incluye "la alfabetización en información y datos, la comunicación y la colaboración, la educación mediática, la creación de contenidos digitales (incluida la programación), la seguridad (incluido el bienestar digital y las competencias relacionadas con la ciberseguridad), asuntos relacionados con la ciudadanía digital, la privacidad, la propiedad intelectual, la resolución de problemas y el pensamiento computacional y crítico".
El debate sobre el uso de dispositivos tecnológicos en el aula hace un par de años que está irrumpiendo con fuerza, con voces que llaman a la reflexión y solicitan estudios y datos sobre cómo y cuándo son beneficiosas o perjudiciales las pantallas (y voces que directamente piden que se restrinja su uso). Hay fuerzas políticas que han cogido esa bandera que enarbolan algunos grupos de familias y docentes (por ejemplo, la presidente del PP de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, abogó por crear una etiqueta para los 'centros libres de pantallas') mientras crece también una corriente de maestros y profesores que ve en el veto total a la tecnología el riesgo de un retroceso y conservadurismo sinsentido que puede lastrar, advierten, el desarrollo de los estudiantes.
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