La Guardia Civil sobre el doble crimen de sa Pobla: “Se apreciaba claramente que la víctima estaba encinta”
Los agentes que realizaron la inspección ocular en el domicilio familiar indican que el niño de siete años estrangulado por su padre trató de escapar del lugar
El presunto asesino se mostró impasible, cabizbajo y sin inquietarse en ningún momento durante la segunda sesión del juicio con jurado en la Audiencia de Palma

El acusado del doble crimen de sa Pobla, durante el primer día del juicio en la Audiencia de Palma. / B. Ramon
Los guardias civiles que participaron en la inspección ocular en el domicilio de sa Pobla donde se produjo el doble crimen la noche del 16 de mayo de 2021 señalaron ayer en el juicio con jurado en la Audiencia de Palma que el cuerpo sin vida del niño se encontraba boca arriba en el suelo en el salón de la casa y, a unos pocos metros, en la puerta del salón a la cocina, el cadáver de la madre, de lado, también en el suelo. “Se apreciaba claramente que ella estaba encinta”, subrayaron los agentes.
Los investigadores hallaron una alfombra volteada y unas chanclas del menor en el sofá y en el suelo, lo que denota que el pequeño trató de escapar del lugar. También encontraron en el sofá dos teléfonos con la tarjeta SIM y la batería, extraídas.
“Habían pasado más de diez horas, había livideces en el cuerpo del niño”, relataron los agentes. Debajo de su cuerpo, encontraron un pequeño cristal que procedía de la puerta de la cocina que se había roto.
En el suelo de la cocina, detectaron un cincel, en cuya punta había ADN del acusado, Ali Khouch, que se enfrenta a una pena de prisión permanente revisable y otros 25 años de cárcel por dos delitos de asesinato y otro de aborto, y también de su mujer Warda Ouchene, y en la parte central solo se encontraron evidencias de Ali.
“Él hizo uso del cincel y la agredió a ella en la cabeza”, especificaron los guardias civiles que ayer declararon como testigos. La mujer, ensangrentada, sobrevivió al primer golpe en el cuero cabelludo y luego fue estrangulada por su marido, según las pesquisas. Posteriormente, el asesino estranguló al hijo de ambos, un niño de siete años, en el domicilio familiar en sa Pobla.
“Ella tenía erosiones en el cuello y presentaba un sangrado en la parte posterior de la cabeza”, recordaron los agentes ante el jurado popular, cuyos miembros tuvieron que ver imágenes muy duras de las víctimas en la segunda sesión de la vista oral. Mientras tanto, el presunto asesino se mostró impasible, cabizbajo y sin inquietarse en ningún momento.
ADN del acusado en ambos cadáveres
“Ambos cadáveres presentaban lesiones en el cuello. En el cadáver de ella aparece ADN de Ali y en el cadáver del niño hay ADN de Ali y de su madre. El acusado primero ataca a la mujer y luego traslada el ADN de la madre y el suyo al cuerpo del niño”, recalcaron los investigadores.
“El niño no estaba durmiendo, estaba en la planta baja”, indicaron los guardias civiles. Los agentes localizaron un pantalón de hombre con una mancha de sangre de Warda y fibras de la camiseta del niño en el suelo de la habitación del matrimonio, en la primera planta de la casa.
El armario de la pareja estaba abierto. “Él se cambió de ropa tras el crimen al ver que se había manchado de sangre”, concluyeron los agentes. El juicio prosigue hoy en la Audiencia Provincial con la declaración de más testigos.
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