Los médicos de Baleares plantean ir a la huelga contra la nueva ley de Sanidad: "Nos quieren condenar a la esclavitud"

Una asamblea de Simebal y COMIB muestra el contundente rechazo de los facultativos al estatuto marco que regulará sus condiciones laborales

Irene R. Aguado

Irene R. Aguado

Los médicos de Baleares se rebelan contra el borrador del nuevo Estatuto Marco de los profesionales sanitarios —la llamada 'carta magna' de las condiciones laborales del sector en el sistema público—, un documento que se ha filtrado antes de empezar a negociar con los sindicatos y que ya tiene en pie de guerra a asociaciones profesionales y entidades sindicales de todo el país.

Unos 200 médicos del archipiélago han participado, de forma presencial o a través de la transmisión en directo, en la asamblea informativa que ha convocado de manera urgente el Colegio Oficial de Médicos de Baleares (COMIB) esta tarde en el salón de actos de su sede en Palma con el Sindicato Médico de Baleares (Simebal). En el encuentro han dejado muy claro su malestar, han expresado su rotundo rechazo al documento e incluso han planteado ir a la huelga general en caso de que la propuesta continúe adelante, una idea que ha recibido un contundente aplauso por parte de todos los facultativos.

El presidente del COMIB, Carles Recasens, y el secretario general de Simebal, Alfonso Ramón Bauzá, han coincidido en que el escrito presentado supone un "retroceso en los derechos fundamentales" de los profesionales: "Dificultan la conciliación laboral, aumentan la precariedad de los contratos y limitan la capacidad de negociación colectiva", han apuntado. En la asamblea han desgranado los puntos más polémicos del borrador del anteproyecto; uno de los más críticos es que niega el reconocimiento de los médicos como grupo A1 Plus, que les daría el mismo rango salarial que los jueces, y por tanto no se les concede ninguna mejora económica.

El anteproyecto tampoco reconoce las horas de guardia trabajadas para la jubilación y elimina las horas de descanso que se reconocen al resto de profesionales. Otro punto crítico es que Sanidad quiere que los jefes de servicio, gerentes y directivos de los hospitales públicos se dediquen en exclusiva al Sistema Nacional de Salud, y que por tanto no puedan compaginar su ejercicio en la privada. La ministra de Sanidad, Mónica García, también ha introducido en el documento una propuesta para prohibir que los médicos internos residentes (MIR) trabajen en la privada durante los cinco primeros años después de acabar su formación.

"Nos quieren condenar a la esclavitud encubierta", se ha escuchado en una de las intervenciones de los médicos después de la presentación de Recasens y Bauzá. Los portavoces han subrayado que el borrador no propone soluciones para el "problema real" del sector: "Faltan médicos desde hace muchos años. El sistema público tiene dificultades para ofrecerles condiciones dignas", han apuntado. "Este borrador tiene puntos que llegan a ser insultantes", ha añadido el presidente del COMIB.

Una veintena de médicos han intervenido tras la ponencia de los portavoces, en general reclamando movilizaciones. También han reivindicado una estrategia "urgente" para visibilizar la realidad del colectivo en un sistema público que atraviesa una "profunda crisis" y la creación de un estatuto propio para los facultativos.

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